JORGE MARTÍNEZ MEJÍA
Tenemos aquí una situación insalvable. Uno es la imposibilidad del arte contemporáneo de satisfacer la desazón de los Poetas del Grado Cero, y la otra es la imposibilidad de que el auditorio, compuesto generalmente por lectores impotentes, amaestrados, conformes con seguir en la lectura de una estética basada en lo que hace un buen rato cuestionó Georg Lukács como una imposición de lo sublime, pueda comprender a los Poetas del Grado Cero... Lo primero podría resolverse si los Poetas del Grado Cero fueran reeducados o volvieran a leer algunas obras que tienden a formar a un ser sensible ante lo suave y musical de la vida, debilitando todos aquellos rasgos culturales que se orientan a fortalecer el hastío. Entonces el asunto se complica porque se precisa hacer desaparecer las lecturas que han producido efectos similares en otras latitudes. La otra situación, la de que los lectores obtengan en una marcha de lectura forzada cierta capacidad para el rechazo, que puedan asimilarse a sí mismo como esos personajes de Kafka tan dados a la auto conmiseración, a la autoflagelación; una especie de incapacidad política heredada de cierta dominación antropológica de corte fascista. Ya en el Primer Manifiesto de los Poetas del Grado Cero, en el Capítulo Treinta y Siete, se observa una situación de cambio de conciencia parecida, cuando un niño y un poeta realizan un viaje en tranvía y la cosmovisión es intercambiada por efecto de la velocidad del mencionado vehículo. Las consecuencias son impredecibles. La conclusión es todavía más terrible que cualquier posibilidad fantástica de transmutación. El arte es totalmente inútil para transformar a los sujetos a los que como dispositivo cultural tiene en dominio. No hay solución ante ninguna perspectiva. ¿En qué radica el problema? No hay problema alguno. Es axiomático que el arte en general ha sido inútil a través de los tiempos lo mismo que la lucha contra la imbecilidad. Si algún propósito tuvo el arte antes de ciertos conspiradores de formación filosófica filiada al Materialismo Dialéctico, este no fue la educación de nadie, mucho menos la creación de perspectiva alguna. El arte es inútil para la educación. Si un individuo es formado bajo los estrictos preceptos del arte puro es imposible que no lo encontremos posteriormente en una total, irreverente, sádica, pervertida y lamentable postración nadaista. Si el arte tiende a la contemplación y su finalidad paradójica es “realizar nuevas visiones”, es imposible que estas nuevas visiones pretendan surgir de la mojigatería. Los Poetas del Grado Cero no son personas educadas en la “normalidad” de ninguna escuela, su tendencia es hacia la irrupción, carente de sentido alguno tal vez, pero irrupción al fin. Su perfecta tendencia es hacia la salida de los callejones, no hacia los callejones sin salida. ¿Por qué habría de sorprendernos el inocente impulso de la perversión? ¿Por qué tendrían que conformarse con la trivialidad, el convencionalismo, la tradición, el canon? Cualquiera podría mal interpretar esto como un punto de vista a favor de la responsabilidad en el arte, en el sentido de que los Poetas del Grado Cero cumplen con su responsabilidad artística como hijos auténticos del arte, revolucionarios, visionarios, elegidos, llenos de una energía vital comprometida de manera mesiánica. Nada que ver. No hay responsabilidad en el arte más que la de seguir un impulso natural hacia la vaguedad. ¿La disciplina? ¿La verdad? ¿El bien? Nada de eso. Pura irresponsabilidad, puras lecturas malditas digeridas al albedrío particular de un reino consagrado a la ebriedad y al vértigo. Ruptura pero no en el sentido de Octavio Paz que encontró en la crítica la explicación permanente de toda la historia, como buen renegado del marxismo. La crítica es hija de la historia para el que ve en la historia la explicación de todo, y no todo tiene su explicación en la historia. De hecho, la historia es un discurso tan parcial como la política, su jurisdicción se concentra en los hechos y estos a su vez en la interpretación de un discurso mayor del que ya estamos cansándonos de llamar metarrelato. La historia se ha constituido en una estructura imprescindible del conocimiento, una herramienta puramente moralizadora, un representante de valores universales, un titular sagrado, una encarnación de la inteligencia y de la verdad. El que no se sostenga en la historia es un pervertido fuera de contexto, un irresponsable en el absoluto sentido del término, y todo lo que suene a irresponsable debe ser desechado. Enorme incongruencia, como si no hubiese existido Nietzsche y sus enormes esfuerzos por entender los discursos de voluntad, de placer y de poder. Como si no hubiese encontrado el principio rector en la apolínea intención del arte y el punto más bajo en la genealogía de una moralidad sostenida en lo falso, en los dioses. Es probable que el Movimiento de los Poetas del Grado Cero sólo tenga el derecho a disentir y que sus construcciones no sean disfrutadas sino en el fastidio, en la voluntad de una jerga que pone en entredicho cierto canon literario. Es probable que el más educado de todos perciba que no es caviar, y note con exactitud cierta intención maligna, cierta desidia y una pluma programada para la inmoralidad estética. Bien, señor gerente, le deseamos el único mal destinado a los que usan sus gemelos de plata.
2 comentarios:
Increibles los Poetas del Grado Cero, concurdo en un 126 porciento con cada cosa que plantean, salvo en el tema de Entre Vallejo y Borges, me fumo una maria.
Me gustaria mostrarles lo que estoy haciendo yo por este lado (cuando digo este lado digo Buenos Aires, Argentina, pais de los gauchos, el futbol, el tango, la dictadura con bigote y el presidente iguana y su mujer).
Por ahi se pueden sumar garbando ciclos de forma independiente, miren lo que arme:
www.miradorliterario.blogspot.com
Despues me comentan
SAludos Enormes a todos
Para leer mis libros entren a:
www.librosebakis.blogspot.com
Saludos!
felciitaciones nuevamente, a recrear la poesia señores!
Apoyo desde argentina,
Os saluda y espera con una checha bien fria...
Sebakis
Publicar un comentario