miércoles, 6 de enero de 2010

Breve selección de poesía rebelde

A continuación una breve selección de poesía rebelde realizada por el escritor hondureño Armando García, con la acotación de que sea distribuida a nuestros amigos, especialmente a los que seguimos insistiendo en resistir al lado de nuestro digno pueblo hondureño.

QUEDA

Samih Al Qassim
(poeta palestino)


La sangre de mis más altos ancestros
corre en mí todavía
y siempre escucho
el relinchar de los corceles y el chocar de las espadas
llevo un sol en mi mano derecha
y repito
en las encrucijadas de la noche
el canto del dolor


DE LOS DE SIEMPRE

Otto René Castillo
(Guatemala, 1936-1967)

Usted,
compañero,
es de los de siempre.
De los que nunca
se rajaron,
carajo!
De los que nunca
incrustaron su cobardía
en la carne del pueblo.
De los que se aguantaron
contra palo y cárcel,
exilio y sombra.

Usted,
compañero,
es de los de siempre.

Y yo lo quiero mucho,
por su actitud honrada,
milenaria,
por su resistencia
de mole sensitiva,
por su fe,
más grande
y más heroica
que los gólgotas
juntos
de todas las religiones.

Pero, sabe?
Los siglos
venideros
se pararán de puntillas
sobre los hombros
del planeta,
para intentar
tocar
su dignidad
que arderá
de coraje,
todavía.

Usted,
compañero,
que no traicionó
a su clase,
ni con torturas,
ni con cárceles,
ni con puercos billetes,
usted,
astro de ternura,
tendrá edad de orgullo,
para las multitudes
delirantes
que saldrán
del fondo de la historia
a glorificarlo,
a usted,
al humano y modesto,
al sencillo proletario,
al de los de siempre,
al inquebrantable
acero del pueblo.



DOS MELODÍAS

Arvo Turtiainen
(Finlandia)

Cantad vuestras marchas militares,
dejad que suenen vuestros himnos patrióticos,
será fácil mecerse a su son, soñando con las espadas
con las grandes hazañas.
La melodía de nuestra canción será otra
en ella suena el duro murmullo de las fábricas,
el ruido de los árboles que caen en la niebla fría del Norte,
el gruñido bajo, terrestre, de los días de pago.
La vida nos ha dado las palabras,
ahí van:
Grande será tu levantamiento, pueblo engañado,
pisoteado, robado.




“UN PEQUEÑO NÚMERO
DE INTELECTUALES FRANCESES
SE HA PUESTO AL SERVICIO
DEL ENEMIGO”

Paul Eluard
(Francia, 1895-1952)

Espantados espantosos
Legó la hora de contarlos
Porque su reino ya se acaba

Nos elogiaron los verdugos
Nos detallaron todo el mal
Nos hablaron inocentemente

Hermosas palabras de alianza
Os han manchado de basura
Sus bocas dan sobre la muerte

Pero ha llegado la hora
De amarse de estar unidos
Para vencerlos y castigarlos




REVOLUCIÓN

Langston Hughes
(Estados Unidos, 1902-1967)

Gran Chusma que no conoce el miedo–
¡Salta al ruedo!
Y alza la mano
Contra el tirano
De acero y oro y hierro,
El rico,
Que vendió y compró como un perro
A ti–
A cada uno–
Durante mil años y pico.
Salta al ruedo,
Gran chusma que no conoce el miedo,
Y átalo y déjalo sin resuello,
Escupe en su dorado cuello
De oreja a oreja,
Y acábalo por siempre sin una queja,
Ahora–
Este año–
Salta al ruedo,
Gran chusma que no conoce el miedo.


REVOLUCIÓN

León Felipe
(España, 1884-1968)


Siempre habrá nieve altanera
que vista al monte de armiño
y agua humilde que trabaje
en la presa del molino.

Y siempre habrá un sol también
–un sol verdugo y amigo–
que trueque en llanto la nieve
y en nube el agua del río.


MORAZÁN
(1842)

Pablo Neruda
(Chile, 1904-1973)

Alta es la noche y Morazán vigila.
Es hoy, ayer, mañana? Tú lo sabes-

Cinta central, américa angostura
que los golpes azules de dos mares
fueron haciendo, levantando en vilo
cordilleras y plumas de esmeralda:
territorio, unidad, delgada diosa
nacida en el combate de la espuma.

Te desmoronan hijos y gusanos
se extienden sobre ti las alimañas
y una tenaza te arrebata el sueño
y un puñal con tu sangre te salpica
mientras se despedaza tu estandarte.

Alta es la noche y Morazán vigila.

Ya viene el tigre enarbolando un hacha.
Vienen a devorarte las entrañas.
Vienen a dividir la estrella.
Vienen,

pequeña América olorosa,
a clavarte en la cruz, a desollarte,
a tumbar el metal de tu bandera.

Alta es la noche y Morazán vigila.

Invasores llenaron tu morada.
Y te partieron como fruta muerta,
y otros sellaron sobre tus espaldas
los dientes de una estirpe sanguinaria,
y otros te saquearon en los puertos
cargando sangre sobre tus dolores.

Es hoy, ayer, mañana? Tú lo sabes.

Hermanos, amanece. (Y Morazán vigila.)



HONDURAS

Pompeyo del Valle
(Honduras 1929)

Sobre esta Honduras de fusil y caza,
de asfixiado color y amarga vena,
se oye gemir el mapa de la pena
que en murallas de sal se despedaza.

Bajo esta Hondura de metal y maza,
de enterrado perfil –laurel y arena–
como un tumulto de cuchillos suena
la atormentada sangre de la raza.

Pero otra Honduras de potente aurora,
decidida y total y vengadora
alza la frente perseguida y bella.

Porque una tropa juvenil se agita
bajo su cielo y en su voz gravita
el porvenir, fundado en una estrella.