domingo, 31 de agosto de 2008

Inician Gira Muerte a la Poesía y su Metarrelato de Jirafas



















Cuatro poetas del Grado Cero se reunirán en el Palacio Nacional de la Cultura de Managua, Nicaragua, a partir del 6 de septiembre de 2008, para iniciar la Gira Muerte a la Poesía y su Metarrelato de Jirafas. Darío Cálix, Nelson Ordóñez, Karen Valladares y Jorge Martínez Mejía serán recibidos por la Dirección de dicha institución desde el viernes 5. El sábado 6 y el domingo 7 brindarán un recital y compartirán en un conversatorio con invitados especiales al evento.

domingo, 24 de agosto de 2008

Última Declaración de los Poetas del Grado Cero

Alex Giovani Galo (Pintor hondureño)




Tuvimos una conversación sencilla para verificar lo que estaba sucediendo en la literatura. Pretendíamos empezar desde el principio, los sentimientos encontrados, los interrogatorios. Igual que a los Real Viceralistas o los Infrarealistas, o el Movimiento Hora Zero, o los antipoetas; nos dirigimos al descubrimiento de que no había nada nuevo bajo el sol. No había necesidad de ningún movimiento literario, no había culpables del desastre. No obstante era difícil acercarse a la mesa de los aperitivos sin percibir el hedor: carnes tumefactas, higos podridos, narices al horno, ensalada de orejas y lechuga negra. Y especialmente el chef anunciaba con petulancia el plato fuerte con una risa extraviada. Echado, con sus enormes cachetes rebanados en un plato con inscripciones chinas, Pablo Neruda dormitaba resoplando sus ronquidos. Más allá, a su lado, pero con una mirada enferma, Vallejo eructaba una cola de gato. A Octavio Paz, ya viejo y desarreglado, una vieja pintarrajeada lo perseguía con una escoba, tratando de encerrarlo en el inodoro.

Del otro lado de la ventana, los cipotes observaban los brindis trepados en piedras y en unas latas viejas. El festín era interminable como una de esas pesadillas en las que claramente el anfitrión atiende otros asuntos, una llamada por teléfono o unas cuentas en su pequeña caja fuerte situada detrás de un extraño Guayasamín. Todo parece movido por el ritmo zumbón de la Sonora Matancera. Lo hemos visto todo. Quisiéramos despertar y encontrarnos con la escena de nuestra propia vida, o apagar la tele desde donde se empieza a derramar un aserrín empapado en un vaho de licor que, indudablemente, proviene de esa cantina donde conversamos, rodeados de botellas de cerveza y putas europeas arrítmicas que mueven el culo de una manera tan ridícula y culpable, carentes de sensualidad, buscando quien las coja.

domingo, 17 de agosto de 2008

BALADA PARA UN CABALLO

Magrite, Window by theorem


Por lo hediondo del canto, por la miserable misión de decir algo, por los demonios, por la fiebre de ir a la deriva sin nada en las manos, por volver a la turba; por la libertad de gritar y caminar descalzos. Por el hastío, por la palabra mierda, por envejecer intentando, por el deleite de renunciar, por acuchillar el verso, por los versos proscritos, por el deber de callar, por la cerveza, por sepultar el pasado o por el puro placer de joder. Por tener a la poesía encerrada en este ataúd en el que todos estamos sentados.

PGC



BALADA PARA UN CABALLO

Jorge Pimentel

Por estas calles camino yo y todos los que humanamente caminan
por esencia me siento un completo animal, un caballo salvaje que trota por la ciudad alocadamente sudoroso que va pensando muy triste en ti muy dulce en ti, mis cascos dan contra el cemento de las calles. Troto y todo el mundo trata de cercarme, me lanzan piedras y me lanzan sogas por el cuello, sogas por las patas, me tienden toda clase de trampas, en un laberinto endemoniado donde los hombres arman expediciones para darme caza armados de perros policías y con linternas, y cuando esto sucede mis venas se hinchan y parto a la carrera a una velocidad jamás igualada por los hombres, vuelo en el viento y vuelo en el polvo. Visiones maravillosas aparecen ante mis ojos. Y vuelo y vuelo. Mis extremidades delanteras ejercen presión sobre las traseras y paralelamente y a un mismo ritmo antes de asentarse en el polvo retumban en la tierra. Relincho. Y mi cuerpo va tomando una hermosísima elasticidad me crecen pelos en el pecho y es un pasto rumoroso el que se ondea y es una música y es un torbellino de presiones que avanzan y retroceden en mi vuelo. Atrás van quedando millares de kilómetros y sigo libre. Libre en estos bosques dormidos que despierto con el sonido de mis cascos. Piso la mala hierba y riego mis orines calientes, hirviendo en una como especie de arenilla. Descanso a mis anchas, bebo el agua de los ríos, muerdo hierba, tallos, rumio. Mis mandíbulas se ejercitan. Muevo mi larga cola espantando a los mosquitos. Los guardacaballos vigilan desde la copa de los árboles. Caen las hojas secas.Los días se suceden y suelo dar suaves galopes hacia la vida. En invierno los senderos se hacen tortuosos; el fango todo lo invade. Para el frío utilizo cabañas abandonadas, cuevas en los cerros que me resguarden de las tormentas. Yo observo la lluvia desde mi cueva. Cae la lluvia y todo lo moja. Con este tiempo suelo galopar poco cuidándome de un desgarramiento. Muchas veces me siento solo y llego hasta los helechos de los ríos para pensar muy dulce en ti muy triste en ti y voy galopando bordeando el río añorando alguna yegua que llegó a correr en pareja conmigo. A veces los niñosque vagan sueltos por las campiñas mientras sus padres realizan tareas de recolección o labranza me montan a pelo y solemos recorrer ciertas distancias, ganando los años, aumentándolos. De ellos sí recibo algún trozo de azúcar. En el verano el sol se pone rojo y se hace presente con su alegría y los habitantes de los bosques y campos suelen saludarme con el sombrero y con la mano. Yo les contesto con un relincho parándome en dos patas. Y con la luz solar que todo lo invade suelo dar galopes hacia la vida. Allí donde mi presencia es esperada me hago realidad. Allí donde ni un sueño se revela me hago realidad me hago realidad en esos ojos que están cansados de ver las mismas cosas. Y es en verano cuando la vida se enciende y mis cascos recogen la hermosura de la tarde y asciendo a las cumbres donde diviso extensiones de mar de cielo de tierra. Mi figura domina la naturaleza. Cruza por el cielo un escuadrón de tórtolas. Cae la noche. Mi sombra se recobra. Las ramas crujen.Y por un instante pensé muy triste en ti muy dulce en ti. Cae la noche en estos bosques, pareciera que la tierra se difunde con la noche se propaga se manifiesta.Y toda la noche he ido creciendo. Y crecía y crecía aún más aún más ¿hasta dónde crecerás?¿No tienes miedo? No, contesté. Soy libre. El día, el nuevo día como algo fresco se anuncia solo. Por esta época del año suelen cruzar manadas de caballos ahuyentados y en busca de nuevos campos. Recuerdo que logré darles alcance y me contaron que lograron salvarse de una cacería emprendida contra ellos para mandarlos a vivir a un potrero y que luego de ser sometidos al cubo de aguay a la alfalfa son obligados en los hipódromos a correr distancias de 1,000, 2,500, 5,000 mts. y no eres libre de correr sino que te dopan te colocan descargas eléctricas, te manosean, te latigan con una fusta despellejándote. Y así durante un buen tiempo mientras ves acumuladas alforjas de oro y plata. Hasta que llegue el momento de ser sometido a la reproducción arrinconándote a una yegua a la vista y paciencia de todos, sin intimidad en una mañana de tinieblas y poca luz y luego te separarán de tu yegua y potranco y pasarás tus años inmisericordes como padrillo viejo y cuando manques te dispararán un balazo en la sien. Ya había galopado un buen trecho con la manada que huía despavorida y me dijeron que probablemente para el invierno pasarían por aquí para ir más al norte. Y se alejaron a la carrera. Yo sabía lo que le sucede a un caballo en la ciudad. Y por ello me mantengo alejado de ella. Pero a veces me interno y sucede lo que tiene que suceder. Pero si yo me rebelo y persisto y amo terriblemente mis posibilidades de realizarme en un medio donde la civilización se matay permanecen odios, prefijo ser caballo. Mojaré la tierra con mis orines calientes hirviendo con estas ganas inmensas de vivir y me uniré a las manadas para galopar hacia la vida, para mantenernos unidos y vencer, para no estar solos, para volvernos verdes-azules-amarillos anaranjados-rojos y trotar hacia el nuevo aire fresco y el campo sin límites. Seré libre así y al menos mis guardacaballos cuidarán de mí y de mi yegua y de mi potranco.
(De Ave soul)

viernes, 8 de agosto de 2008


En la realidad no hay adjetivos
ni conjunciones ni preposiciones
¿quién ha visto jamás una Y
fuera de la Gramática de Bello?
en la realidad hay sólo acciones y cosas
un hombre bailando con una mujer
una mujer amamantando a su nene
un funeral - un árbol- una vaca
la interjección la pone el sujeto
el adverbio lo pone el profesor
y el verbo ser es una alucinación del filósofo.


Nicanor Parra

(Poema XX – Sermones y prédicas del Cristo de Elqui)

martes, 5 de agosto de 2008

Nada resucita a los Demiurgos y sus joyas putativas

Michel Foucault
Año de los clones literarios, blogs, fantasmas cibernéticos y anonimato agresivo.
¡Por una puta poética todos estamos muertos!


En una buhardilla, o más bien una casa retirada de la ciudad, un maldito poeta que ya no es anónimo supone darle respiración boca a boca a la puta muerta, convertida por arte de un conjuro de los Poetas del Grado Cero, en una vieja senil, cadavérica y apestosa. El maldito ha empezado a sentir cierta predilección por el sabor a tierra, a estiércol y a polvo de librería. Quiere consumar el acto de besar a la puta como si con semejante actitud, la belleza sumergida en la memoria de los que pesquisan en la sombra, será recordada. La puta está muerta y hace mucho tiempo fue quemada junto a su boina gris. El maldito que la besa, también está muerto, el aburrido lector que lee esto, también está muerto. Todos estamos muertos por la puta poética que ya fue sepultada. Es el tiempo de los clones literarios, de las voces camufladas entre otras voces; el tiempo de los fantasmas que ululan en el ciberespacio robando símbolos sin esencia, con una extraña intensión de destruir todo lo que huela a malas palabras. Nadie vive ni ha vivido nada nuevo en el último año. Los senderos que conducían a la conversación fueron incinerados. El pequeño montículo donde murió la boina está cubierto de púas y retamas. El aire muerto se mece en los olvidados papeles de antaño. Sólo los Poetas del Grado Cero han decidido escupirle la cara a los clones literarios, a los fantasmas cibernéticos que se mueren de envidia y viven la vida prestada de los poetas esenciales.
Nunca tuvimos ARS poética. Esa mierda fue inventada por los directores de la palabra, por los equilibrados y pulcros temples que se sientan con la pierna cruzada en las presentaciones de libros, con los lentes levemente ajustados en el macho de la nariz para dar la sensación de control de su destartalado pensamiento.
La belleza dejó de ser lo que era. Ha muerto. Lo mismo el arte. Nada nos conmueve. Es difícil que leamos algo y quedemos asombrados. Nada nos asusta. Nada de la ligosa ortografía nos quita el sueño. Y no obstante, no despreciamos la vitalidad y cada gesto franco del artista que se enfrenta a su material con la infinita intención de alcanzarse a sí mismo.

Todo lo que apesta a modernidad es asqueroso. Todo ripio retocado, todo pulimento cosmético, toda joya parecida a otra joya, todo lo que apeste a corregido. La belleza ya no existe en ningún tiempo. Ni dentro ni fuera de ninguna parte. Si existió, ya no lo hará porque para eso la enterramos y nos meamos sobre sus huesos. Le echamos chorros de meados frescos en los hoyos de los ojos de su calavera. La asustamos y su espíritu cagado se fue para otra galaxia.
No todos estamos locos y enfermos. La mayor parte de los idiotas están cuerdos y saludables. Funcionan perfectamente y cada uno cumple el rol de aparentar su cordura, de no tener problema, de ocultar su miseria. Las putas cada vez son menos y los burdeles han sido clausurados. El mundo cambió totalmente y nadie quiere aceptarlo. Los escritores y las logias de artistas son microscópicas minorías fratricidas.
El poeta Clon es un idiota con la vida literaria alquilada. Le renta el estilo y la vivencia a otro poeta esencial que sí tiene vida propia. Pero hay miles de clones y es difícil no toparse con ellos en cualquier esquina, cibercafé o librería. Se caracterizan porque recitan los versos del poeta alquilado, frecuentan los mismos cafetines y sostienen conversaciones sobre el poeta de la renta. Ninguno habla de su propia vida. Corroen a los otros poetas.
El Poeta clon converso era un poeta clon similar al poeta anterior, pero la narrativa es más rentable y se convirtió en narrador. El poeta clon narrador le renta el estilo a otro narrador en boga; repite sus párrafos de manera tan jactanciosa que no es difícil encontrar el parecido, ya que su imitación es producto de su inteligencia celular. Sueña con encontrarse con su poeta padre, tomarse una foto para realizar su proeza literaria: Su clonización ha concluido. Hay clones tardíos de Rimbaud y Lautreamont. Son idiotas muy parecidos a los Poetas del Grado Cero. Quisieran haber participado en el asesinato de la poesía. Los clones tardíos de Rimbaud y Lautreamont quieren la gloria de parecérseles en un cien por ciento de iconoclasia y malditismo. La dificultad de estos clones es que su poesía es malísima y sin sustancia.

El Poeta Fantasma Cibernético es un ratón del espacio, tiene dedos recortados por efecto del uso del “mouse”. Tiene varios e-mails, nicks, contraseñas y grupos de contacto entre los que husmea a los poetas y narradores del momento. Tiende al robo o al saqueo informático. Se levanta temprano y sin lavarse el hocico se trepa a la máquina. Abre los sitios de la farándula…ríe embaucando…busca en los blogs las novedades y maldice por qué a él no se le ocurre nada. Manda comentarios a diferentes sitios. Crea blogs pseudos-literarios que nadie nunca visita. Se disfraza de agente literario. No tiene valor de mostrar sus propios trabajos. Comenta de manera anónima el de otros las más de las veces con sorna jactanciosa.
El Clon Anónimo Agresivo es un temeroso poeta clon que no ha salido de su cápsula reactiva. Es hermano menor del Fantasma Cibernético del que depende emocionalmente para participar en las actividades del ciberespacio. Poco manejo de informática. Usa de manera torpe la Internet, y se enfurece cuando otros le toman la delantera y crean “productos novedosos”. Entonces saca sus uñas y se alía con el Fantasma Cibernético. Juntos crean Blogs Clones para ocultarse, escriben diatribas, parodias y descarados insultos con el estilo clonado de los agraviados. Les fascina la jerga informática, pero son mecánicos. Su visión es pobre, similar a la de los moribundos o los recién nacidos.


El Poeta Clon en Desuso. Este es el momento imposible para este poeta clon antiguo. Sus creaciones pasaron de moda tan rápidamente y ya nadie las encuentra en ninguna parte. Ocasionalmente usa al Fantasma Cibernético para informarse un poco de cómo andan las cosas en “La Internet” –poniendo énfasis en la frase para mostrar su marginalidad. Es un poeta que se siente más cómodo durmiendo y soñando despierto. Rebusca en viejos libros de poesía, algo para “reciclar” de sus propios gustos y escribe anquilosados versos idiotas que a nadie le interesa leer. Evita la lluvia, los días demasiado soleados, las actividades públicas y las conversaciones demasiado juveniles. Todavía es un Poeta Clon Revolucionario que añora a Otto René Castillo y a Roque Dalton. Relee con nostalgia sus fracasos inéditos y se duerme temprano. Ronca como un motor de 8 cilindros averiado.

El Clon Total no es poeta. Es un inútil con ínfulas intelectuales. Memorizador o garrotero por excelencia. Carece de vena creativa. Sus máximas vivencias se encuentran en un pasado tan remoto como la Grecia Clásica, o en las viejas aventurillas de sus amigos de infancia. Husmea entre libros que lee con fruición para encontrar algún retazo que le sirva de consuelo a su existencia. Lanza vituperios contra todo y contra todos. Es único en el ciberespacio. Se caracteriza por mantener su pulcra página alejada del contagio del estilo de los Poetas del Grado Cero. Mezcla estilos, roe aquí y allá. Copia recetas literarias. Se pone circunspecto cuando habla de literatura. Procede con rudeza y falsa modestia. Es un hábil plagiador de literatura. Parece genuino pero es clon. Un Clon de alta fidelidad.

Los Poetas Emos son clones naturales de los Poetas del Grado Cero, pero con una grave falla de clonización. Famélicos y retraídos, aspiran a la muerte total de los signos. Sólo la sangre propia les quita la sed. Se disparan en los pies por falta de puntería creativa. Son narcisistas empedernidos con cierta dosis paíspoesible tendiente a la inanición. Su poesía aún está en proceso de creación, es inédita, rítmica y rayana en lo minimalista:

“Muer-
Muer-
Muert
Mu- Muer-
Muert Muuert---
Muerte… A Aaa---
la Po
Po
Po
Po
Poe…
Poes
poesía
mía”
El Poeta Punk es un fracaso en Honduras en donde surgieron dos o tres modelos de manera espontánea. El poeta Punk mezcla en sus poemas canciones rockeras de los ochentas. Su aspiración es la vagancia literaria y su compromiso político nulo. Son tan débiles que no tienen ánimo ni de escribir…se levantan en la mañana solo a comer y se vuelven a echar. Como no hay muchos punk, se reúnen ocasionalmente y permanecen hasta tres días haciendo el pase de vagabundos y mendigos en las proximidades de los mercados. Tienen sucias libretas en donde apuntan sus extraordinarios dislates con las más inverosímiles estructuras poéticas…Pocas muestras tenemos:

“Mi resaca
Mi resaca
no me
mata
Mi resaca
no me mata
aunque Mate a
mi mamá
si despierto
hecho un
estrago
yo me siento aún dormido
Yo m e siento aún
do r m i do aunque
mate a mi mamá Mi resa ca no me mata…”

¿De dónde salieron los Poetas del Grado Cero?

Pasábamos embebidos leyendo poesía, sumergidos en la cotidianidad, sin observar la metamorfosis cotidiana de la vida. Mirábamos todo sin ver nada. Habíamos recibido desde afuera todos los códigos de la poesía y lo asimilábamos naturalmente como sucede con todo lo cotidiano. Hasta que una tarde le echamos Vick a un puro de marihuana y lo interrelacionamos todo. El código general de la literatura comenzó a dibujarse en el hilo de humo azul. Fue como si el mismo Humberto Eco y Roland Barthes estuvieran poniéndole con nosotros. -¡Jodás, hijueputa! Dijo un enfurecido infrarrealista que estaba aplastado debajo del trasero de Nelson…era Papasquiaro. Nelson creía que Papasquiaro era una piedra. -¡Mierda…grrrr…puta, no jodás qué frío hace! dijo Mario Santiago. Lo había resucitado el tufo a mota.
En conferencia estábamos los nueve: Nelson Ordóñez, Darío Cálix, Karen Valladares, Jorge Martínez, Roland Barthes, Humberto Eco, Mario Santiago Papasquiaro, Roberto Bolaño, y Charles Bukowski, cuando escuchamos un estornudo o un ruido similar a un gas…-Déjenlo que hable- dijo Bukowski, en un pésimo español…Esa noche el culo de Darío recitó un poema, un insulto que le fascinó al mismo Bukowski. A partir de ese momento decidimos darle muerte a la poesía porque mucho culo hablaba, y organizamos la Logia de los Poetas del Grado Cero.

¿Cómo recuerda Darío ese mismo momento?


Charles Bukowski está justo frente a mí. Su cara es un asco: infestada de cicatrices y ampollas a punto de reventar de tanta pus. Es su cara de Ham on rye, la cara de su juventud. Nuestras frentes prácticamente se rozan.

-Me das asco, nene, me das asco.
Su aliento apesta a alcohol, naturalmente.
-Bukowski…
-Bukowski mis bolas. Yo soy Henry Chinaski. Yo soy Arturo Bandini, hijo de puta. Yo soy poeta; yo soy la poesía en pelotas, la única poesía, nene, la única. ¿Te ha quedado claro, pedacito de mierda?
- Sí…
- He estado leyendo tus mierdas. En tu puta vida me volvás a citar en tus mierdas, ¿oíste? En tu puta vida, pendejo. Yo nunca cité a nadie para que nadie me citara a mí. ¿Te ha quedado claro, pendejo?
-Sí, Bukowski…
- ¿Y qué es esa culerada de andarme imitando? Ya estoy harto de culeros como vos que se la pasan escribiendo nada más que culeradas.
-Pero si yo nunca…
-¡Mis bolas! ¡Vete a la vida, nene! Si querés escribir de verdad antes tendrás que salir a vivir. ¡Salí a buscar un poco de vida, carajo! ¿O pensás acaso seguir escribiendo esas culeradas que siempre escribís? Porque si vas a seguir con eso, más vale que lo hagás con estilo. O que empecés a imitar a otro, a alguien que sea culero como vos. ¿Me entendiste, nene? ¿Querés ser poeta? Pues viví, carajo. ¡Viví Viví Viví Viví Viví!
-…
-Sé mendigo. Dormí en las calles. Enamórate de una puta. Aprendé a beber de una vez por todas y emborrachate a diario. Conseguite un trabajo de 20 horas y emborrachate dos y escribí en las dos que te queden.
-…
-¿Cuándo saldrás a vivir un poco, nene? ¿Cuándo empezarás a escribir de verdad, nene? ¿Querés ser un escritor, nene? ¿Querés ser poeta? ¿Cuándo dejarás de escribir culeradas y te convertirás en un poeta de verdad? ¿Cuándo, nene? ¿Cuándo?

Sentía la asfixiante necesidad de responder algo. Cualquier cosa. Abrí mi boca en un acto desesperado, pero alguien, a saber quién y desde dónde, me interrumpió y además desperté con este grito:

-¡El 32 de diciembre de mil novecientos nunca!


Darío había fumado mucha mota con Vick. No le dio la payula, pero Bolaño le dio algunos consejos para reponerse…luego la Logia continuó en sus quehaceres normales.