A regañadientes, la más burda de las oligarquías de América, se está tragando el golpe de Estado al aceptar el retorno del Presidente Manuel Zelaya Rosales quien ha confirmado su llegada para el día 28 de mayo a las 11:00 a. m. Más por la necesidad de retornar al fallido Estado hondureño a los organismos internacionales para continuar extendiendo la mano parásita a los préstamos del BM y el FMI. Ninguna retracción, ningún interés democrático. A la llegada del Presidente Zelaya le antecede la represión sistemática de las organizaciones populares, el asedio y asesinato de dirigentes de la Resistencia, la legalización del espionaje telefónico y electrónico, lo mismo que una avalancha multimillonaria para acallar a los periodistas de los supuestos "canales alternativos". El proceso de la mediatización golpista, síntoma del nerviosismo ante los cambios que exige la empobrecida población, ha pasado del asesinato de más de once periodistas, a la compra de sus conciencias para dejar sin voz a la Resistencia hondureña a la llegada de Mel Zelaya.
No está demás esperar que el 28 de mayo de 2011 pase sin pena ni gloria, pues los medios de comunicación venderán, más que la noticia, su silencio.
Por puro coraje, por remordimiento, por amor o por odio, la llegada de Mel Zelaya es la llegada embozada de la esperanza de Honduras. Acompañarlo no sólo es un deber con el país, sino con la humanidad. Romper el cerco mediático. Más inteligencia ante la torpeza, más frialdad ante el cinismo, más franqueza ante lo obtuso, más rudeza ante el poder bellaco.
El 28 de mayo los cerdos comerán su porquería. Los resistentes celebraremos luchando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario