domingo, 20 de febrero de 2011

Oscilación del fénix y otros poemas de Jorge Martínez Mejía

Imagen de Jan Cevsíc



Oscilación del fénix


Dejado en el signo de tu voz dolorida
me hundo
y a fondo te toco
en medio del palabrerío.

Es un error tu movimiento hacia la luz
de las calles,
hacia la respiración acuosa de las bocas que hablan.

Detén la sílaba de tonalidades grises
y ásperas.

Detén el canto elevado en vacuidad,
la voz en diluvio,
la efímera pájara de sombra.

Haz un semicírculo y regresa
a la nocturna armonía,
a la incorruptible turba del silencio.
 
 

III


Procura sentir el inocente vaho
de la hoja muerta,
la fragilidad de su hueso,
la proeza de su tallo
antes de caer
y el abismo tan hondo;
la silueta
hiriendo el aire,
la escritura del salitre,
el arrullo de la sombra
cada vez más cerca del polvo.

Nada está hecho a imagen
de la gloria,
ni la luz, ni su reino concluido
en la caída.



VIII


Vuela, buitre,
revienta el aire, mancha, incendia,
roe la cima;
traza tu garabato en la altanera blancura.

Fornica.
Desciende tu beso
al ojo en que se mira la muerte.

Picotea, amamántate
como antes
en la oscura leche.

A la vieja humedad de la luz,
al brillo esquivo,
a la escarcha que recuerda la tibieza
en la carroña; no la desdeñes.

Y no te apresures,
la noche va en tus alas.


.......................................................................................................

No hay comentarios: