San Pedro Sula, 28 de junio de 2009. Sin temor, con gran velentía y ansioso por retornar al presidente Manuel Zelaya Rosales se encuentran miles de hondureños en las plazas centrales de las cabeceras municipales. En San Pedro Sula, centenares de dirigentes, pobladores, jóvenes y obreros; salieron de sus casas ante la incertidumbre resultante del corte de la energía eléctrica, la comunicación y el rumor generalizado del secuestro del presidente Zelaya, de la concretización del golpe de estado perpetrado por la Fuerzas Armadas. Salieron sin temor a continuar con la encuesta, miemtras se sumaban más a cada instante. La única emisora radial que transmitía las noticias con un evidente nerviosismo era Radio Progreso, quien a eso de las 11:20 a.m. transmitió una entrevista del presidente Zelaya desde Costa Rica, (minutos después fue sitiada y clausurada por un contingente militar) a donde fue llevado sin su consentimiento. La muchedumbre escuchó atenta el discurso del presidente aglutinándose parapetada alrededor de un autoparlante sobre el cual se levantaban decenas de banderas. El presidente fue preciso al indicar que fue sacado de su casa en la madrugada, golpeado y amenazado de muerte por un grupo de militares que lo sacaron en ropa interior, golpeándolo y arrastrándolo hasta un vehículo para luego llevarlo a un avión repleto de militares con rumbo a Costa Rica. La multitud sobrecogida y evidentemente molesta reclamaba la restitución del presidente Manuel Zelaya gritando consignas de unidad y lucha hasta obtener su propósito. En este momento hemos sido informados de un toque de queda anunciado para las dos de la tarde, mientras en cadena de radio, la Corte Suprema de Justicia justifica la acción en base a la demanda emitida por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo que ordenaba, junto al Tribunal Supremo Electoral, el decomiso de los materiales de la encuesta.
