martes, 25 de noviembre de 2008

Locos y enfermos (Un Menard descarriado)

MURAKAMI

Por Jorge Martínez Mejía

LOCOS Y ENFERMOS
I
Más horrible que una musa. No creo tener el tiempo para poder verla de frente. Pocos tienen la oportunidad de ser citados a primera hora de la mañana para ver a la dueña. Estoy aquí, casi desnudo, traído de sopetón, y dejado a solas frente a ella. Tengo miedo de levantar la cabeza. Sé que ella sigue ahí a pesar del ruido de ese viejo reloj que suena a mis espaldas. Sé que al verla, sus ojos se clavarán en mí como enormes brazas de frío y no podré apartarlos jamás del sitio que ocupa mi aire. Está ahí, a oscuras, con la pose tranquila, como la madre de Moloch, viendo hacia el lado izquierdo de mi aire, robándome a cada segundo un poco de respiración. Su mirada de jade, su mirada de fuego frío jamás podrá apartarse de mi sueño y ésta será la última imagen que me lleve…No sé por qué me han traído ni cómo llegué aquí. No me dijeron nada. Ella está ahí desde siempre, sólo esperando, viendo y mandando a cada cual con el recuerdo de la muerte. Ella ahí, varonil y asesina…mirando el lado izquierdo donde el corazón palpita acompasado con el viejo reloj. Yo sé que sus manos dejadas caer con placidez sobre su pierna oscura, manteniendo su absoluta dignidad de mujer en la sombra, nunca se moverá, me dejará morir eternamente esperando su señal, hasta dejarme secar, hasta que yo sea el camino de mi muerte.

II

El vil tugurio donde la puta más famosa fumaba un cigarrillo con su vagina estaba a reventar. Decenas de malvivientes se agolpaban contra el maltrecho escenario tratando de entender como demonios echaba el humo, y realmente no echaba humo por ninguna parte. Succionaba el cigarrillo ejercitando el esfínter vaginal y su arte en verdad era un desastre. Crítico como era en ese entonces, el imbécil que mucho tiempo después llegó a ser el Super Cero, “analizaba los movimientos de la Magdalena” y fraguaba algo. Esa cabeza no estaba tranquila si no estaba tramando una estupidez. El enano pensaba que si la puta fumaba su cigarro con la vagina, por qué él no podía meterse un puro en el culo y hacer del mismo modo un espectáculo, pero no. No le daba para tanto su tesis. Reflexionaba en el derecho positivo de la equidad de género: pelarse en la tarima. Ah sí, se miraba a sí mismo desnudándose en pleno cuchitril para equilibrar el derecho liberal de los hombres a desnudarse en público. Horas antes, en el restaurante, semi elegante en el que habían iniciado la bebiata, con sus cinco compinches dispuestos a empezar la noche, mientras el animador comenzaba la invitación al “respetable públicoooooo”: Hoy Media Luna Restaurant inaugura sus noches de lujuria con Olga Camaleón…”. Mientras el ridículo chaparro anunciaba un desastre, nuestro amigo codeaba al gordo Suazo. –Hey, Suazo, ¿entonces? ¿Nos mandamos las primeras? Nadie se imaginaba que 60 minutos más tarde le quitaría el micrófono al otro enano para mandarse, casi desnudo, Fiebre de Sábado por la Noche. El grupo de semi intoxicados que lo acompañaban aún consideraba que había un inusitado interés de libertad en aquel despropósito. Por eso, mientras la vagina fumadora realizaba su número, todos ellos estaban atentos a los movimientos de nuestro personaje que no se perdía detalle del cigarrillo ensartado en la vulva sudorosa de la mujer. “Elegancia, ritmo y calor” decía el tarado analfabeta que, arrinconado, dirigía el sonido en aquel barco a la deriva. La vagina fumadora no estaba ajena a ese extraño momento. Sentía en silencio la mirada exigente, el olfato colocado con todos los controles para escudriñarla. Sin empacho, la bailarina hizo un quiebre y de un salto se sacó el cigarro y en un abrir y cerrar de ojos lo pasó por la boca del ensimismado amigo. Los beodos del lugar soltaron un grito de júbilo ante la proeza, pero nuestro amigo y camarada obtuvo la porción de enfado propicio para realizar lo que su cabecita venía fraguando. No había terminado de dar la vuelta la mujer bailarina cuando tenía enfrente al enano, arrimándole las piernas y la ingle. El público tiró las gorras sudorosas como si se tratara de un mismo programa. Los semi-intoxicados gritaban “¡George!, ¡George!, ¡George!, ¡George!…”, mientras este se entusiasmaba quitándose la camisa de botones emulando a la “diva”. De pronto, sin que nadie lo esperara, se desabrochó el cinturón y se bajó el pantalón de una vez con el calzoncillo…El acontecimiento produjo un cisma inesperado. Los guardias se abalanzaron hacia el amigo y lo obligaron a subirse los pantalones mientras lo llevaban como un costal en cuatro piezas. “¡Tengo derecho!”, gritaba- “¡Tengo derecho a pelarme!..Ya en la calle, Wilson Maretti, Mae y los otros tres acompañantes, llenos de euforia gritaban: ¡Queremos ser libres! ¡Queremos ser libres! Y sin pensarlo dos veces se pelaron en la Avenida Los Leones, sin saber que a media cuadra, del lado sur de la Avenida, tres policías aguardaban el cuadro. Cuando les requirieron salieron en veloz carrera y se miraron dos días después de haber despistado a los policías dejando zapatos y calzoncillos regados.

III

Recuerdo que Maretti, M.E.A. (a M.E.A. le podíamos decir AME, MAE o EAM) y yo conversábamos sobre las consecuencias de extremar la tecnologización del conocimiento. MAE se ponía escéptico y pugnaba por Aristóteles, Kant y Marx, y enfatizaba que El hombre jamás dejará de filosofar porque su esencia es buscar las explicaciones ulteriores de las cosas…Maretti, escuchaba tranquilo, con una sonrisa irónica y una mirada compasiva. EMA había abandonado los estudios de literatura hacía más o menos unos siete años y se había refugiado en la cerveza y la marihuana…casi ni leía y sostenía todas sus conversaciones en los mismos recuerdos de las lecturas que hizo cuando aún estudiábamos en la Escuela de Magisterio. Maretti sonreía viendo el enorme costado de AME al descubierto, antes de la estocada que lo iba a dejar, según él, con esa imagen estúpida de no haber estudiado en la universidad. MAE saboreaba su cerveza Salva-Vida y sabía (lo esperaba) que Maretti lo despedazaría. La ciencia hoy es tecnología, dijo. Y lo miró con esa sonrisa compasiva y suficiente, parpadeó rápidamente unas tres veces, tomó la botella y volvió a ver a otra parte, para no mirar la vergüenza mía y la de EAM…Maretti leía muy bien, su memoria era prodigiosa. Su capacidad para citar textualmente un fragmento de Comte, Humbolt, Bacon, Eduardo Galeano, Octavio Paz, Mariáteggi o Alfonso Reyes; era impresionante. MAE llevaba las discusiones filosóficas a sus últimas consecuencias. Conservaba ocasionalmente el estilo de Lefevre, o cierta efuminación idealista emparentada más con Hegel: El pensamiento es finito, dijo al fin, todo lo que produce se reduce a las mismas acciones del hombre, más allá de las acciones del hombre no es posible hallar al pensamiento. A esto es lo que se llama inteligencia. Cuando vos decís que la filosofía ha muerto, te referís a que el conocimiento se convirtió en un objeto que sirve a los fines del hombre. Y creo que confundís el concepto “tecnología”. La tecnología no es lo que ves, es con lo que ves, la tecnología no son los ojos, es la mirada. Los animales no tienen tecnología porque no tienen pensamiento, la tecnología es intrínseca al hombre, al pensamiento. La tecnología es el conocimiento, es la manera en que se materializa la filosofía. Lefevre ya lo había anticipado, el mismo Hegel, la Dialéctica de Marx y Engels no es otra cosa que tecnología de la Historia…
Maretti, había dejado la cerveza a mitad de camino, entre la mesa y la boca. Recién acababa de terminar su Profesorado en Literatura y las singladuras pedagógicas observaban la “evolución tecnológica de los saberes”. Era su fuerte. La Filosofía ya no existe MAE, dijo al final, con su acostumbrada sorna, pero vos te aferrás a ella porque es tu única manera de pensar…ya no seguís la línea de la evolución... La Filosofía no puede morir –atajé yo- es imposible, es la manera más general de abstraer el mundo. No se puede analizar al hombre, su conocimiento, aislado de lo que hace en sociedad. Lo que vos llamás “tecnología, evolución del saber”, no es otra cosa que el efecto de transformación del conocimiento en práctica, y esta sólo se logra por efecto mismo del trabajo; la tecnología es la consecuencia del trabajo.-Je je jé, tampoco es así, dijo EMA. El trabajo transforma la materia, pero el conocimiento es el resultado del ocio, las reflexiones sobre el trabajo de las que se valen la ciencia y sus teorías son obra de intelectuales que nada tienen que ver con el trabajo material…
Esas eran las tristes discusiones patafísicas, así nos llevábamos las cervezas de una en una hasta salir borrachos mezclando teorías antiguas, materialistas, idealistas, revisionistas, nihilistas…etc.
IV
Solo, en una de las pequeñas salas del bar, estaba sentado por primera vez tomándome una cerveza, cuando llegó ese tío que dizque se la tiraba de pintor ultramoderno sólo porque había pintado el techo de ese lóbrego bar destinado a la vaciedad. Sabés, me dijo,
el problema de los artistas es que no se saben vender.
-¿Y quién putas se está vendiendo?
- No, te digo porque realmente se trata de que si vos hacés algo tenés que ganar dinero, pasarla tranquilo.
-Esa mierda nada tiene que ver.
-Pero tenés responsabilidades, familia, gustos…
-A mí me vale verga, yo escribo para mí, para un pequeño grupo de amigos que creen en el arte libre de toda esa mierda.
-¿Dónde vivís?
-En Ciudad Planeta.
-¿Qué hacés?
-Escribo poesía.
-Puta, mis respetos para los poetas, yo escribo poesía, pinto, hago diseño…
-A mi me vale verga…vos lo que tenés es jeta…Vos tenés jeta y te vendés. Vos sos un puto que se vende… ¿Qué querés? ¿Enseñarme a vender?… ¿Vos creés que el arte se trata de vender…? Estas muerto. Vos tenés futuro, vos funcionás con toda esta mierda…vos debés dedicarte a vender, el arte es otra cosa.
-Yo hago arte…
-¿Arte? Me cago en tus ventas.
- No jodás, vos sos ofensivo.
-¿Y quién sos vos aquí? ¿Creés que porque leés tus revistitas publicitarias de mierda sabés de arte? No jodás. Vos sos un jetón. Te vi en esa mierda que hiciste en el Centro Cultural Sampedrano, una burla. ¿Qué sabés de arte? ¿Para qué sirve?
-Puta, se trata de mercadeo, una ciencia.
-Mercadeo…si son unos hijos de puta. Vos te llevarías bien con ese hijueputa de la Dirección de Cultura.
-¿Con quién?
-Con ese sinvergüenza…un ladrón, un pinche y vil ladrón…
-Te referís a…
-…Mirá, vine a beber…vos traés esa plática de mierda. Dedicate a las ventas. Te va a ir bien. Sos buen vendedor. Pintá y vendé. Con la poesía no te metás, vos no sos poeta.