Con toda la maquinaria mediática de la que es capaz para anestesiar el ánimo de la lucha de los hondureños por su liberación, los golpistas gozan de una aparente tranquilidad. Sin embargo, en las calles de las ciudades y en las aldeas, siguen en aumento las ansias del pueblo por encontrar el detonante que lo lleve otra vez a los más elevados momentos de coraje para continuar su gesta y arrancar a los esbirros de su falaz gobierno.
A pesar de ello, las inútiles diferencias y la grave ignorancia de ciertos grupos al interior del FNRP que procuran asirse a las insustanciales miserias de la gloria catracha, imposibilitan el avance del pueblo hondureño por la senda de su orgullo y sentido de justicia.
El FNRP no aprovecha su inteligencia, su fuerza y su causa. El detonante indudablemente lo constituye el retorno del presidente José Manuel Zelaya, pero la base se encuentra desorientada por el proceso excesivamente tortuoso de la organización del FNRP.
Este proceso se debe acelerar, como se debe acelerar la movilización de las bases para exigir la cabeza de los corruptos de la Corte Suprema de Justicia y del Ministerio Público. Responsables directos de la destrucción de los procesos democráticos.
Inteligencia para comunicar y movilizar.
Saquemos a los corruptos.
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