viernes, 27 de agosto de 2010

Resistencia lucha, los Golpistas reprimen


Los maestros y maestras concentrados en la capital de la República resistieron a la represión realizada por militares en las inmediaciones de la casa presidencial este 26 de agosto al final del día, luego que por la mañana se protestara frente a la Corte Suprema de Justicia y por la tarde se rompiera el diálogo sostenido con el gobierno para buscarle solución al conflicto que lleva ya varias semanas.La marcha se decidió en una asamblea donde se informó que el gobierno se retiró de la mesa del diálogo. Cuando se suponía que se estaba a punto de un acuerdo total, Arturo Corrales, miembro de la comisión representante del gobierno, planteó que los maestros debían regresar a clases y sólo entonces se firmaría el arreglo, lo cual fue rechazado por los docentes y entonces Corrales decidió el retiro de la mesa de negociaciones.

Alrededor de cinco mil personas marcharon desde la Universidad Pedagógica y al llegar a unos quinientos metros antes de la casa de gobierno fueron detenidos por una valla de militares vestidos de verde y provistos de escudos anti motines, fusiles M16 y lanza granadas lacrimógenas.

Por su parte una buena cantidad de manifestantes llevan palos y varas largas para defenderse en caso de ser atacados por los cuerpos represivos por que según dijeron “no estamos dispuestos a que nos sigan golpeando como lo hicieron el 20 de agosto” cuando resultaron muchos maestros y maestras heridos.

Un oficial del ejercito fue el primero en lanzar con la mano una bomba lacrimógena ante la intención de los manifestantes de avanzar y reclamarle a Pepe Lobo por el rompimiento del diálogo y la solución definitiva al conflicto.

Varios maestros derribaron unas vallas de metal colocadas en la calle y comenzaron el intercambio de pedradas con los militares quienes se hicieron un solo grupo para cubrirse con los escudos. Enseguida comenzó el lanzamiento de bombas lacrimógenas lo cual se prolongó por más de media hora.

Varios de los soldados dispararon con sus fusiles M 16 con bala viva hacia las zonas de donde se habían replegado los docentes. Un oficial también disparó sus pistola en dirección de los manifestantes.

La manifestación se dividió y retrocedió por diferentes calles y fueron perseguidos por miembros de la policía en motocicletas que usando lanzagranadas continuaron tirando bombas desde largo contra los marchistas que se retiraban.

Una de las partes de la marcha se replegó hasta el hospital escuela y de ahí se dirigió hacia la Universidad Pedagógica en cuyas aulas se han hospedado quienes vienen de otras zonas del país. Los maestros se sentían satisfechos porque esta vez los policías y soldados no se atrevieron a golpearlos con sus toletes como en otras ocasiones. Gritaban sus acostumbradas consignas y cantaban canciones protesta.

Sin embargo, según versiones de dirigentes magisteriales por lo menos siete profesores y profesoras resultaron heridos y fueron traslados hasta clínicas privadas luego que les negaran atención en el hospital escuela público. Los militares también reportaron a tres heridos por las pedradas.

Otro 26 de agosto de represión y engaño

Curiosamente este es el segundo 26 de agosto en que Pepe Lobo reprime violentamente al pueblo que reclama respeto a su derechos.
En el año dos mil tres unas cuarenta mil personas, en buena parte que llegaron a la capital de diferentes regiones del país, bloquearon las cuatro salidas de la capital y por la tarde marcharon hasta el Congreso Nacional del cual era presidente Pepe Lobo. Durante unas tres horas se reprimió a los manifestantes y resultaron decenas de heridos y golpeados, varios detenidos y muchos afectados por la espesa nube de gas lacrimógeno que se disparo en el centro de la ciudad.

La protesta era contra varias leyes anti populares por aprobarse en la Cámara Legislativa, sobre todo la Ley Marco del sector agua potable y saneamiento por ser privatizadora.

En aquella ocasión Pepe dijo que no aprobaría la Ley de agua y pidió que el movimiento popular elaborara una propuesta, la cual se hizo después de varios meses de trabajo y consultas en diferentes regiones. El documento se entregó a Pepe Lobo y lo engavetó. Sólo esperó que se calmaran los ánimos y se confiara el movimiento popular, sacó su proyecto de ley privatizadora, la aprobó y está vigente. La propuesta popular nunca fue considerada.

Tal parece que se pretende repetir la misma artimaña, cuando la Ley General de Educación contra la cual se lucha actualmente ha sido aprobada en dos de los tres debates necesarios. Lobo no tiene palabra, mas bien su historial de engaños y compromisos incumplidos.


Comun Noticias
Bartolo Fuentes
26 de agosto de 2010