martes, 13 de abril de 2010

Solidaridad con campesinos amenazados de Honduras debe ser revolucionaria

CAMPESINOS DE MI TIERRA. Acrílico, tinta, creyón (1.01 MTS X 1.40 MTS) Mérida, 2005.


Las fuerzas populares hondureñas se enfrentan en este momento a una cita crucial con su historia. La Resistencia encabeza un movimiento que deberá asumir responsablemente un programa revolucionario inclusivo y pluralista.

Asumir un programa revolucionario, reconocer que vivimos bajo el dominio del imperialismo yankee en una comarca bananera. Reconocer que la burguesía tiene un poder anclado en el ejército proimperialista, que la burguesía agroindustrial está en primera fila en la contención de las transformaciones estructurales. Dirimir el dilema de la democracia burguesa y el pluralismo democrático.

Sin estos elementos la solidaridad con los campesinos del Aguán no es más que una miserable limosna demagógica.