sábado, 27 de marzo de 2010

EDITORIAL GRADO CERO Y NAGG Y NELL SE UNEN EN NUEVO PROYECTO EDITORIAL

Foto: Momentos en que los directores de las editoriales Grado Cero y Nagg y Nell sellan el trato de su nuevo proyecto editorial, auspiciado por la Logia de los Poetas del Grado Cero.

En amena y etílica reunión, los Poetas del Grado Cero amenazan con juntarse de nuevo para destruir todas las etiquetas que resistieron su última embestida en contra de la mojigatería. El Poeta Cipote, el Poeta Karateka, Super Cero, Super Trago, y Super Cera Negra celebraron el fin de semana recién pasado una Reunión Plenaria de la Logia de los Poetas del Grado Cero para culminar los detalles del nacimiento de su nuevo proyecto Cero, Nagg y Nell, un consorcio editorial con muchas espectativas en el país. Los poetas del Grado Cero se caracterizan por su rechazo a las etiquetas literarias, a los rótulos falsos, y por su abierto rechazo a los alcitrones. Gustavo Campos, Director de la Editorial Nagg y Nell, indicó que es una buena señal para empezar que a todos les gustó la temperatura de las Port Royal, ya que deben estar a cero grados, según los principios que establecieran hace algunos años. Campos rechaza de entrada que continúe en el proyecto Mimalapalabra en el que colaborara desde siempre, indicando que ya era tiempo de buscar "los senderos desandados". Para el Poeta Cipote, "la posibilidad de publicar con este sello editorial no significa nada, la verdadera literatura no necesita publicarse, dijo, se escribe y se rompe, se quema o se tira a la mierda." Según el poeta Karateka, su interés en la Logia es encontrar el karma perdido," ...hace tiempo vengo experimentando un calambre en la rodilla, y creo que era mi ausencia en la logia"...Para Karen Valladares, conocida como Super Cera Negra, " es una gran oportunidad pàra el país, lo mismo que participar en el mundial de Sudáfrica o ver una cinta de Giussepe Tornatore". Jorge Martínez informó que en otra ocasión se darán detalles de este proyecto. Brindaron, se rieron y se fueron a echar pulgas a otro lado porque los vecinos no aguantaban la bulla.