Francoise Nielly vive en un mundo de imágenes. Ha explorado las facetas diferentes de la imagen en la pintura, la fotografía, en las ilustraciones virtuales y las animaciones. En la actualidad la pintura es pasión principal. Su sentido del espacio y la estructura de sus construcciones los ha adquirido de la influencia de su padre que era arquitecto.
Crecer en el Sur de Francia donde vivió entre Cannes y Santo-Tropez, muy cercana a la luz, el sentido del color y la atmósfera del Sur de Francia, se acoplaron a sus estudios de bellas artes y su extraordinario sentido del humor festivo.
La pintura de Françoise Nielly es expresiva, fuerte, contundente, expresa una energía y vitalidad fascinante. El óleo y la espátula se mezclan en sus imágenes simbólicamente como un solo material, cortante e incisivo, carnal y sensual. Si pinta el cuerpo humano o un retrato, se arriesga con sus colores libres y nos regala una explosión exuberante de colores que nos deslumbran por su abierta sexualidad y la riqueza de su paleta.
Françoise Nielly es abierta y apasionada, de espacios abiertos, de carnes frescas y lagunas naturales, de ambientes definidos por la perfección de sus trazos.
Vive y pinta en París cerca de Montmartre; muestra y vende su trabajo en Europa, en Canadá y en Los Estados Unidos.
Crecer en el Sur de Francia donde vivió entre Cannes y Santo-Tropez, muy cercana a la luz, el sentido del color y la atmósfera del Sur de Francia, se acoplaron a sus estudios de bellas artes y su extraordinario sentido del humor festivo.
La pintura de Françoise Nielly es expresiva, fuerte, contundente, expresa una energía y vitalidad fascinante. El óleo y la espátula se mezclan en sus imágenes simbólicamente como un solo material, cortante e incisivo, carnal y sensual. Si pinta el cuerpo humano o un retrato, se arriesga con sus colores libres y nos regala una explosión exuberante de colores que nos deslumbran por su abierta sexualidad y la riqueza de su paleta.
Françoise Nielly es abierta y apasionada, de espacios abiertos, de carnes frescas y lagunas naturales, de ambientes definidos por la perfección de sus trazos.
Vive y pinta en París cerca de Montmartre; muestra y vende su trabajo en Europa, en Canadá y en Los Estados Unidos.