miércoles, 29 de julio de 2009
martes, 28 de julio de 2009
Golpistas impiden divulgación de un informe sobre DD.HH. que los compromete
Ante la situación generada allí, Santiago remitió por vía correo electrónico el informe a Fran Pérez Esteban, Secretario de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos de Izquierda Unida (IU), que se encuentra en España para que pudiera cursar su difusión. Finalmente, "estos provocadores que intentaron `reventar' la rueda de prensa y que casi lo consiguen", según relata Santiago, se retiraron del lugar y la rueda de prensa, en la que se presentó el Informe Preliminar que constata graves violaciones a los DDHH en Honduras, pudo llevarse a cabo.
"Entre las vulneraciones de derechos fundamentales denunciados ante la Misión se encuentran un importante número de ejecuciones extrajudiciales, centenares de detenciones arbitrarias, múltiples amenazas, cercenamiento de la libertad de expresión e información, así como restricciones indebidas a la libertad de circulación, enmarcado todo ello en un contexto de clara persecución política que afecta especialmente a dirigentes políticos y sindicales, defensores de derechos humanos, periodistas y ciudadanos-as extranjeros", según se desprende la lectura de dicho Informe Preliminar.
Según se desprende el Informe Preliminar al que Telesur tuvo acceso, los defensores de derechos humanos de la Misión denuncian, concretamente, las muertes de "Isis Obed Murillo Mencias, de 19 años, muerto por disparos de las Fuerzas Armadas durante la marcha celebrada el 05 de julio por los partidarios del presidente depuesto al aeropuerto de Toncontin, Tegucigalpa"; como así también la muerte del periodista de Radio Estelar Gabriel Fino Noriega, en el departamento de Atlántida, "asesinado de 7 impactos de bala el 3 de julio cuando salía de su centro de trabajo"; la de Ramón García, líder del partido político Unión Democrática (UD), "obligado a bajar de un vehículo de transporte público cuando regresaba de una manifestación y acribillado a tiros en la localidad de Santa Bárbara por desconocidos"; la de Roger Iván Bados, ex dirigente sindical del sector textil y actual militante de la UD y del Bloque Popular (BP), "amenazado de muerte con posterioridad al golpe y asesinado a tiros tras sacarlo por la fuerza de su propia casa el 11 de julio en San Pedro Sula"; la de Vicky Hernández Castillo (Sonny Emelson Hernández), "miembro de la comunidad LGTB, muerto en San Pedro Sula por un impacto de bala en el ojo y con señales de estrangulamiento, durante el toque de queda"; y, también se denuncia la muerte de una persona "no identificada, vestida con una camiseta de la denominada "cuarta urna", encontrada muerta el 3 de julio en el sector de "La Montañita" en Tegucigalpa, lugar que fue cementerio clandestino de ejecuciones extrajudiciales durante los años 80". Al momento la Misión continúa verificando otras denuncias de ejecuciones extrajudiciales.
Según se argumenta en el Informe Preliminar, se ha identificado "la existencia de graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en el país con posterioridad al golpe de Estado".
La Misión Internacional de Derechos Humanos compuesta por 15 profesionales procedentes de Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, El Salvador, España, Nicaragua, Perú, Suecia y Uruguay y que se constituyó en Honduras el 17 de julio pasado para verificar las violaciones a los derechos humanos ocurridas en Honduras durante y después del golpe de Estado del pasado 28 de junio, a fin de presentar observaciones y recomendaciones al respecto a la OEA, la ONU, la Unión Europea y sus Estados miembros. Los defensores de DDHH que integran la Misión han tomado testimonios de casos ocurridos en varias partes de Honduras como Tegucigalpa, San Pedro Sula, Olancho y Colón, donde realizaron entrevistas con diferentes organizaciones y expertos de derechos humanos, entre otros. Entre otros casos, también se denuncia la "desaparición forzosa de Anastasio Barrera de 55 años, afiliado a la Central Nacional de Trabajadores del Campo, secuestrado en San Juan Pueblo, Atlántida, el día 5 de julio de 2009 por cuatro individuos que vestían chalecos de policía". A la vez que también se informa que otro joven, Manuel Sevilla, de 19 años, "fue desaparecido en San Pedro Sula el día 12 de julio luego de volver de una manifestación".
La Misión, además, denuncia "la actitud de la jerarquía católica hondureña" y su "implicación activa" en la organización de las movilizaciones de "respaldo a éste convocadas por el régimen de facto".
Al momento se han registrado 1275 detenciones vinculadas con infracciones al toque de queda y por otros motivos relacionado con las manifestaciones de protesta contrarias al golpe de estado. También se denuncia la "detención arbitraria de extranjeros", que en las últimas semanas "aumentaron significativamente; en particular, la de aquellos extranjeros de nacionalidad nicaragüense quienes se han visto afectados de manera desproporcionada por detenciones arbitrarias e irregulares". Entre los días 20 y 21 de julio, miembros de la Misión constataron las violaciones de derechos humanos que sufrieron los jóvenes nicaragüenses Jarlen Manuel Torres Torres, Noe Emilio Avellán Ruiz, Tulio Rafael Bendaña Mejía, Alejandro José García Obregón, Pablo Yase Benoaria, Jorge Danilo Flores, Francisco Israel Connor, Carlos David Bendaña Mejía, José González, Darwin Antonio Reyes Lazo, Miguel Ángel Aguilar Fernández, Henry Geovany Martínez López y David Girón. Todos ellos "detenidos arbitrariamente alegando infracciones administrativas al derecho de extranjería, siendo sujetos a malos tratos. Estas acciones fueron llevadas a cabo por miembros de la Policía Nacional Civil".
Los observadores han recibido denuncias concretas de "la actuación de grupos paramilitares, compuestos por civiles vinculados supuestamente a organizaciones de narcotraficantes, y a grupos de seguridad privada" quienes vestidos con traje de camuflaje "operan conjuntamente con miembros del XV Batallón del Ejercito Hondureño en el departamento de Colón".
Para Fran Pérez Esteban, de IU, "el mejor ejemplo de que el nuevo gobierno de Honduras es una dictadura, lo representa el Ministro Asesor de Micheletti, Billy Joya, quien fuera uno de los jefes de los escuadrones de la muerte hondureños, responsables de la desaparición de centenares de dirigentes de izquierda, sindicalistas, estudiantes e indígenas. Billy Joya dirigió con el militar argentino Guillermo Suárez Mason, el batallón de inteligencia 3-16,responsable de crímenes contra la humanidad: de torturas masivas, desapariciones, asesinatos. Responsable de crímenes contra la humanidad, fue procesado finalmente por la Fiscalía hondureña el año 95 por la detención, tortura y asesinato de varias decenas de estudiantes, y se escapó del país".
Los integrantes de la Misión de Observación sobre la situación de los Derechos Humanos en Honduras, han sido las siguientes personas: Luis Guillermo Pérez (CIFCA); Marcia Aguiluz (CEJIL); Viviana Krsticevic (CEJIL), Martin Wolpold-Bosien (FIAN Internacional); Jorge Rojas (CODHES), Benjamín Cuellar (IDHUCA), Miguel Jugo (Coordinadora Nacional de Derechos Humanos de Perú), Javier Mujica (FIDH), Efraín Olivera (PIDHDD, SERPAJ), Enrique Santiago (IEPALA, FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE DEFENSA Y PROMOCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS- ESPAÑA), Ellen Verryt (Solidaridad Mundial) Hans Peter Dejgaard(IBIS – Dinamarca), Katrin Erlingsen (Asesora del Presidente de la Comisión de Cooperación económica y Desarrollo del Parlamento alemán), Leo Gabriel (Instituto de Investigaciones Interculturales y de cooperación - Austria), Katia Nouten (CIFCA), Dolores Jarquín (Alianza Social Continental), Francois Houtart (Centro De Estudios Tricontinental).
lunes, 27 de julio de 2009
HONDURAS TIENE UN SOLO PRESIDENTE: MEL ZELAYA
domingo, 26 de julio de 2009
Por difícil de creer que parezca, el golpe de estado es un plan orquestado con gran premeditación, con ejecución práctica de mínimos detalles
miércoles, 22 de julio de 2009
Preocupa al Papa situación de Honduras
El jueves pasado Zelaya Rosales y Micheletti se reunieron, por separado, en Costa Rica con el presidente de ese país luego de aceptar iniciar un proceso de dialogo.
Ese mismo día tanto Zelaya Rosales como Micheletti abandonaron Costa Rica y dejaron representantes para continuar el diálogo con Arias, Premio Nobel de la Paz en 1987.
Hoy que el "diálogo" ha fracasado, el Vaticano debe estar "sumamente preocupado", especialmente su representante en Honduras, Su reverendo Hijueputa.
martes, 21 de julio de 2009
ESTÁN CAGADOS: Burgueses, traidores y golpistas se reúnen para darle ánimos a Micheletti.
lunes, 20 de julio de 2009
Los mataremos por nuestro derecho histórico a ser libres
sábado, 18 de julio de 2009
Golpistas intentan retrasar ''al máximo'' el retorno de la constitucionalidad en Honduras
En entrevista exclusiva a teleSUR advirtió a los golpistas que tienen que "dar cumplimiento al mandato constitucional, al período completo y que todos estos días que le están quitando al presidente Zelaya, de la posibilidad de entrar, tendrán que ser restituidos, y tendrá que ser cambiada la fecha de elección, porque si no se está permitiendo que unos individuos, por su cuenta y en violación de todas la leyes, acorten el período constitucional y eso no se puede permitir".
A continuación, la entrevista íntegra:
- En relación al tema de Honduras, ¿cómo ha visto usted la evolución en estos últimos días, sobretodo que se ha incrementado la violencia en el Gobierno de facto y además que todo parece indicar que se están retardando los tiempos para volver a la normalidad en el país?
Ese es ciertamente lo que pretende el Gobierno factoche. Ahora últimamente se acaba de atrever de dirigirse a las Naciones Unidas denunciando supuestas violaciones al espacio aéreo por Venezuela y locuras de ese tipo. Yo acabo de orientar que se le responda que él no es nadie para dirigirse a la Asamblea General. Absolutamente nadie. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha sido muy clara, muy categórica, en una resolución histórica donde se dice que el único presidente de Honduras que Naciones Unidas reconoce es el presidente José Manuel Zelaya. Si, ellos no están queriendo como reconocer la realidad, ante el repudio universal de todo el mundo. Ellos están siendo posiblemente envalentonados por las derechas de otros países de América Latina, que ven esta acción de la derecha hondureña como el camino a seguir en otros países latinoamericanos pero yo tengo la firme confianza en que ya estas son patadas de ahogados y que todavía la voluntad de los pueblos del mundo y concretamente, la voluntad del pueblo hondureño se hará valer.
- Y lo que está pasando dentro del país, ¿cómo lograr evitar que continúen las violaciones a los derechos de la gente en Honduras. Las Naciones Unidas cómo puede ayudar a que eso empiece a revertir?
La única manera de lograr que eso empiece a revertirse es que éste Gobierno espurio se retire, entonces las presiones tiene que ser mayores, en la dirección de obligarlos a reconocer la realidad. Le tienen que apretar todavía las tuercas que no se han apretado. Por ejemplo, para muchos países, la declaración de golpe de Estado a un país, implica medidas que necesariamente tienen que tomarse. Hay que ver que realmente se tomen todas esas medidas y hay otra serie de medidas que el presidente Zelaya y su equipo están, estoy seguro considerando, para ir implementando en el corto plazo.
- Sobre la mediación que están aplicando en Costa Rica, encabezada por el presidente Óscar Arias, en la que se busca hallar una solución a la crisis hondureña, alternativa que fue sugerida por Estados Unidos, ¿Cómo ve usted esa situación?
Eso fue concebido como una mediación en un diálogo entre el presidente constitucional de Honduras y el títere impuesto por el Golpe. El presidente Zelaya aceptó con muchísima generosidad, porque no hay que rehusar al dialogo. No era una negociación, era un diálogo, pero Micheletti (presidente de facto de Honduras), el rehusó a participar, así que eso no nació, no se dio, y por qué no se dio, porque los golpistas tuvieron miedo a enfrentarse y hablar.
- ¿Cuál debería ser la solución?, ¿Cuál debería ser la acción de los países que conforman en este caso al Asamblea General de las Naciones Unidas para apoyar la restitución del hilo constitucional de Honduras?
Como presidente de la Asamblea General no quiero yo estar hablando como que si fuera representante de Nicaragua o de un país, pero hay medidas que quedan y si puedo participar en diálogos en el tema, pero hay medidas que están siendo consideradas, yo te aseguro en este momento y que se van a ir tomando.
- Existe alguna solicitud en especial que se haya hecho hasta este momento, para activar esas medidas que quedan para intervenir.
Lo que hay es una resolución que dice que todos los países deben de tomar todas las medidas que sean necesarias para lograr la restitución inmediata e incondicional del presidente José Manuel Zelaya a su cargo. Además, ellos tienen la idea, los golpistas, de que va a retrasar esto al máximo para después, cuando ya quede poquito para las elecciones, restituirlo, para que el convoque a elecciones. Ellos están sabidos de que cualquier convocación a elecciones hecha por ellos no tiene ninguna validez, pero lo que tienen que saber, es que se tiene que dar cumplimiento al mandato constitucional, al período completo y que todos estos días que le están quitando al presidente Zelaya, de la posibilidad de entrar, tendrán que ser restituidos, y tendrá que ser cambiada la fecha de elección, porque si no se está permitiendo que unos individuos por su cuenta y en violación de todas la leyes, acorten el periodo constitucional y eso no se puede permitir.
- Precisamente ha sido la gente en la calle la que está exigiendo el retorno de su presidente, a quienes ellos eligieron como líder original. Nicaragua dio un ejemplo hace ya treinta años, sobre como la gente logró restituir su democracia; usted participó en torno a ese evento, cómo se siente usted hoy día a treinta años de la celebración de la revolución aquí en Nicaragua.
Es cierto lo que dices, y de eso precisamente es que se trata la democracia. El pueblo empoderado y este empoderamiento va cada vez más profundo a pesar de los contra golpes de las derechas que se organizan para poner al pueblo de lado. No obstante, la revolución es lo esencial, toda revolución trata de un cambio cultural, un cambio de valores que el pueblo se de cuenta y esté claramente consiente de que ellos no son fichas en el tablero para que jueguen ahí los poderosos, sino que son ellos los agentes, los responsables del futuro de su patria, que tienen que asumir las riendas, y eso es lo que tenemos nuevamente en Nicaragua y eso es lo tiene también nuevamente a la derecha realmente super asustada. Ellos tienen miedo a que no sólo en Nicaragua y que en países Latinoamericanos se instituyan verdaderas democracias que se están creando rápidamente y ya en varios países sino que tienen miedo al sueño Morasánico, al sueño de Bolívar y al sueño de Sandino, de una América Latina y el Caribe unidos, porque sólo así seremos capaces de hacernos respetar ante los poderosos. La unión hace la fuerza, no queremos fuerza para agredir a nadie, pero sí para que se nos respete.
- ¿Cómo siente hoy día esos treinta años transcurridos?
En estas revoluciones hay mucho romanticismo. La revolución es algo duro y no se crea por mandato, es todo un proceso. Yo en lo personal, por un lado me siento orgulloso del Comandante Daniel Ortega, me permitió el tremendo privilegio de trabajar tan cerca de él, en defensa de los derechos de mi pueblo, y del derecho a la paz de todos los pueblos del mundo y también me siento feliz de estar todavía aquí vivo, la celebración del treinta aniversario de nuestra revolución. En cuanto se dio la revolución popular sandinista, fue una cosa que llenó de esperanza a todo el mundo. A mí me toco andar en muchas partes de África, de Asia, de América Latina y en todos los rincones de la tierra, esta epopeya gloriosa, heroica de nuestro pueblo se hizo oír.
jueves, 16 de julio de 2009
Muere el golpe o mueren las constituciones: Fidel Castro
Los países de América Latina luchaban contra la peor crisis financiera de la historia dentro de un relativo orden institucional.
Cuando el Presidente de Estados Unidos Barack Obama, de viaje en Moscú para abordar temas vitales en materia de armas nucleares, declaraba que el único presidente constitucional de Honduras era Manuel Zelaya, en Washington la extrema derecha y los halcones maniobraban para que éste negociara el humillante perdón por las ilegalidades que le atribuyen los golpistas.
Era obvio que tal acto significaría ante los suyos y ante el mundo su desaparición de la escena política.
Está probado que cuando Zelaya anunció que regresaría el 5 de julio, estaba decidido a cumplir su promesa de compartir con su pueblo la brutal represión golpista.
Con el Presidente viajaban Miguel d¢ Escoto, presidente pro témpore de la Asamblea General de la ONU, y Patricia Rodas, la canciller de Honduras, así como un periodista de Telesur y otros, hasta 9 personas. Zelaya mantuvo su decisión de aterrizar. Me consta que en pleno vuelo, cuando se aproximaba a Tegucigalpa, se le informó desde tierra sobre las imágenes de Telesur, en el instante que la enorme masa que lo esperaba en el exterior del aeropuerto, estaba siendo atacada por los militares con gases lacrimógenos y fuego de fusiles automáticos.
Su reacción inmediata fue pedir altura para denunciar los hechos por Telesur y demandar a los jefes de aquella tropa que cesara la represión. Después les informó que procedería al aterrizaje. El alto mando ordenó entonces obstruir la pista. En cuestión de segundos vehículos de transporte motorizados la obstruyeron.
Tres veces pasó el Jet Falcon, a baja altura, por encima del aeropuerto. Los especialistas explican que el momento más tenso y peligroso para los pilotos es cuando naves rápidas y de poco porte, como la que conducía al Presidente, reducen la velocidad para hacer contacto con la pista. Por eso pienso que fue audaz y valiente aquel intento de regresar a Honduras.
Si deseaban juzgarlo por supuestos delitos constitucionales, ¿por qué no le permitieron aterrizar?
Zelaya sabe que estaba en juego no solo la Constitución de Honduras, sino también el derecho de los pueblos de América Latina a elegir a sus gobernantes.
Honduras es hoy no solo un país ocupado por los golpistas, sino además un país ocupado por las fuerzas armadas de Estados Unidos.
La base militar de Soto Cano, conocida también por su nombre de Palmerola, ubicada a menos de 100 kilómetros de Tegucigalpa, reactivada en 1981 bajo la administración de Ronald Reagan, fue la utilizada por el coronel Oliver North cuando dirigió la guerra sucia contra Nicaragua, y el Gobierno de Estados Unidos dirigió desde ese punto los ataques contra los revolucionarios salvadoreños y guatemaltecos que costaron decenas de miles de vidas.
Allí se encuentra la "Fuerza de Tarea Conjunta Bravo" de Estados Unidos, compuesta por elementos de las tres armas, que ocupa el 85 por ciento del área de la base. Eva Golinger divulga su papel en un artículo publicado en el sitio digital Rebelión el 2 de julio de 2009, titulado "La base militar de Estados Unidos en Honduras en el centro del golpe". Ella explica que "la Constitución de Honduras no permite legalmente la presencia militar extranjera en el país. Un acuerdo ‘de mano’ entre Washington y Honduras autoriza la importante y estratégica presencia de los cientos de militares estadounidenses en la base, por un acuerdo ‘semi-permanente’. El acuerdo se efectuó en 1954 como parte de la ayuda militar que Estados Unidos ofrecía a Honduras... el tercer país más pobre del hemisferio." Ella añade que "... el acuerdo que permite la presencia militar de Estados Unidos en el país centroamericano puede ser retirado sin aviso".
Soto Cano es igualmente sede de la Academia de la Aviación de Honduras. Parte de los componentes de la fuerza de tarea militar de Estados Unidos está integrada por soldados hondureños.
¿Cuál es el objetivo de la base militar, los aviones, los helicópteros y la fuerza de tarea de Estados Unidos en Honduras? Sin duda que sirve únicamente para emplearla en Centroamérica. La lucha contra el narcotráfico no requiere de esas armas.
Si el presidente Manuel Zelaya no es reintegrado a su cargo, una ola de golpes de Estado amenaza con barrer a muchos gobiernos de América Latina, o quedarán éstos a merced de los militares de extrema derecha, educados en la doctrina de seguridad de la Escuela de las Américas, experta en torturas, la guerra psicológica y el terror. La autoridad de muchos gobiernos civiles en Centro y Suramérica quedaría debilitada. No están muy distantes aquellos tiempos tenebrosos. Los militares golpistas ni siquiera le prestarían atención a la administración civil de Estados Unidos. Puede ser muy negativo para un presidente que, como Barack Obama, desea mejorar la imagen de ese país. El Pentágono obedece formalmente al poder civil. Todavía las legiones, como en Roma, no han asumido el mando del imperio.
No sería comprensible que Zelaya admita ahora maniobras dilatorias que desgastarían las considerables fuerzas sociales que lo apoyan y solo conducen a un irreparable desgaste.
El Presidente ilegalmente derrocado no busca el poder, pero defiende un principio, y como dijo Martí: "Un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército."
Fidel Castro RuzJulio 10 de 20096 y 15 p.m.
miércoles, 15 de julio de 2009
EL GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS: EL CONTEXTO CRÍTICO DE LA DEMOCRACIA
La prolongación de la situación de crisis derivada del golpe de Estado permite la estabilización precaria del gobierno del presidente de facto, aspecto que favorece a los golpistas, pero también permite que afloren las contradicciones y debilidades de los mismos, que crezca el rechazo interno y que se sumen personas y sectores que observan preocupados este peligroso retroceso en el avance del desarrollo democrático del país. Varios elementos clave se están posicionando en el escenario político- social del país, lo que debe llamar a la reflexión sobre las consecuencias del golpe de Estado en la vida nacional:
a. Publicación y participación ciudadana activa en el señalamiento de los diputados golpistas por departamento y por partido al que pertenecen, con el respectivo llamado a no votar por su reelección en las elecciones de noviembre próximo y la reacción de algunos de ellos denunciando que no fueron convocados a la sesión del Congreso en la que se consumó el golpe de Estado, porque sabían de su oposición al mismo;
b. Creciente fastidio ciudadano con la política, lo que vaticina desde ahora el abstencionismo más grande en los 28 años de democracia electoral, situación que no parece preocupar a los políticos del país, porque están acostumbrados a manipular los resultados electorales e inflar los resultados de uno y otro partido, previo acuerdo entre los mismos partidos políticos tradicionales, a los cuales se ha sumado siempre el partido Demócrata Cristiano de Honduras, para controlar y manejar a su antojo el Tribunal Supremo Electoral;
c. Identificación creciente de los personajes que fraguaron el golpe de Estado y su señalamiento directo en las paredes de la capital y de las principales ciudades del país, y en la comunicación electrónica que no ha podido ser controlada por la alianza golpista;
d. Señalamiento mutuo de periodistas a favor y en contra del golpe de Estado, precisando que la investigación a unos debe extenderse a la investigación de otros, para ver de donde provienen sus grandes fortunas;
e. Demanda creciente de investigar actos de corrupción y cuantiosas fortunas a todos los ex presidentes del país, dueños de medios de comunicación, empresarios y ex funcionarios de gobiernos anteriores, como respuesta a la investigación y persecución política del presidente constitucional y sus allegados.
f. Creciente expresión de las diferencias existentes entre la cúpula de la iglesia católica, las diócesis y los sacerdotes, en virtud de las cuales, los más atrevidos sacan pronunciamientos y participan en las marchas que condenan el golpe de Estado.
g. Cuestionamiento cada vez más generalizado sobre la necesidad de mantener la existencia de las Fuerzas Armadas hondureñas, en particular de la fuerza ejército, señalando que para lo único que han servido en toda su historia institucional es para defender los más fuertes intereses políticos y económicos, y para reprimir a la sociedad.
h. Creciente señalamiento nacional e internacional al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos por su posición pública a favor de los golpistas y por su defensa de los militares cuando dispararon contra los manifestantes desarmados.
i. Marginamiento y auto marginamiento de los candidatos presidenciales de los dos partidos tradicionales que apoyan el golpe de Estado, con relación al escenario político nacional; un discurso ligero a favor de la democracia, la paz, el orden y el diálogo, y un alejamiento cada vez mayor de quienes decidirán su triunfo o fracaso en las elecciones de noviembre.
j. Síntomas de quiebre de la férrea articulación de la alianza política, económica, militar, mediática y eclesiástica, por presiones internas de los más afectados por la crisis económica y financiera derivada del golpe de Estado, entre los que se encuentran sectores vinculados al comercio, servicios turísticos (bares, restaurantes, agencias de viajes, hoteles) y bancos (crecen los rumores de retiros cuantiosos vinculados al congelamiento de cuentas por parte del actual gobierno). Todo ello a pesar del intento de impedir que las diferencias partidarias, religiosas o sociales produzcan el quiebre de una alianza que es mantenida de forma cada vez más precaria.
Todo este cuadro político social, muchas veces confuso, incoherente e improvisado, anuncia una situación de peligro y crisis del contexto de la democracia hondureña. En el plano internacional continúan los debates acerca de la responsabilidad estadounidense en el golpe de Estado, dividiendo opiniones entre los que creen que fue una participación premeditada, sin aportar elementos de juicio que trasciendan la vieja polarización ideológica, muchas veces anquilosada y ahistórica, y los que la posicionan en la etapa posterior al golpe, entre los que perfilan al Presidente de los Estados Unidos y su Secretaria de Estado, por un lado, y, por otro, a la derecha republicana salpicada de personajes conservadores con raíces cubanas y venezolanas. Estos nuevos actores de la coyuntura golpista, mantienen una clara identificación con los conservadores hondureños, particularmente con el partido Nacional de Honduras, cómplice del partido Liberal en su aventura golpista; plantean que la situación de la crisis hondureña se resuelve adelantando las elecciones, en una salida oportunista que pretende capitalizar el golpe a favor del partido Nacional, cuyo candidato sería el seguro triunfador en esos comicios. El partido Liberal, fuertemente fraccionado en sus adhesiones políticas y tratando de ignorar el rechazo del voto ciudadano que le dio el triunfo al presidente Zelaya en las elecciones de 2005, se expone a una derrota electoral que no podrá revertir su candidato en los pocos meses que faltan para las elecciones, pues su perfil golpista y profundamente conservador mantendrá alejando al voto independiente que es el que ha definido los triunfos electorales en los últimos años. La apuesta oportunista del partido Nacional por el adelanto de las elecciones generales, pone en peligro la aceptación ciudadana de su candidato, obtenida desde los meses anteriores al golpe, y se expone a una identificación negativa con los sectores más conservadores de su partido y los sectores conservadores de los Estados Unidos.
La crisis política de Honduras, expresada en el golpe de Estado del 28 de junio, no se resuelve adelantando las elecciones ni proclamando vencedor al candidato de uno u otro de los partidos golpistas, porque seguirían manteniéndose las amenazas a la estabilidad política que se abrieron con el golpe y que no se cerrarán con un proceso electoral que desde ya se vislumbra deslucido, cuestionado y rechazado por un fuerte sector de la ciudadanía. Lo que parecen ignorar los partidos tradicionales y sus respectivos candidatos, es que para superar la legitimidad precaria derivada de un proceso electoral inserto en un golpe de Estado, es que el candidato ganador tendrá que hacer concesiones a la alianza golpista y esto significa el otorgamiento de cuotas de poder a los militares, los diputados, la empresa privada y las cúpulas religiosas, para evitar un posible veto al desempeño presidencial y ahuyentar la posibilidad de un nuevo golpe de Estado.
La solución a la crisis política derivada del golpe de Estado pasa y debe pasar por la restitución del presidente constitucional de la república y esto es necesario para la democracia hondureña, para la gobernabilidad política y social del país e, inclusive, para los mismos sectores de la alianza golpista que se resisten a valorar en su justa dimensión el contexto crítico de la democracia que dicen defender y que se expresa en los siguientes hechos:
1. Presidentes sin seguridad de terminar su gobierno
Los que hoy se juntan para aplaudir la salida del presidente constitucional de la república, minimizando el hecho de que ningún poder del Estado puede atribuirse esa función que no está incluida en la Constitución de la República, mañana lamentarán que otro presidente de su simpatía se encuentre en la misma situación porque el golpe rompió los límites de contención de las emociones e intereses personales, grupales o partidarios, imperando la ley de la selva y no los preceptos de un auténtico Estado de Derecho. A partir de ahora, cuando un presidente sea juramentado en su cargo para un período de cuatro años, comenzarán las apuestas sobre el tiempo que durará en sus funciones, repitiendo la vieja historia golpista de nuestro país cuando llegamos a tener hasta dos presidentes en un solo año.
2. Fuerzas Armadas con poder arbitral
Al restablecer el viejo poder arbitral de las Fuerzas Armadas, se abrió la puerta de su politización y de su poder de veto sobre cualquier desempeño político y social que se salga de su concepción del orden, la seguridad y la democracia. A partir de ahora cobrarán fuerza los viejos fantasmas que tanto ayudaron a las Fuerzas Armadas hondureñas a convertirse en centro del sistema político del país durante los casi diecinueve años que transcurrieron de 1963 a 1982, y de nuevo volverán a militarse el Estado, la sociedad y la cultura política del país. La persecución ideológica, la intolerancia, el irrespeto de los militares al poder civil y la intromisión del Estado en la vida privada afectando los derechos y garantías individuales, serán apenas un indicio de lo que nos espera en el futuro cercano a todos los ciudadanos y ciudadanas de este país, incluidos los que desconocen la historia cercana y que hoy marchan de blanco clamando por la democracia y declarando héroe nacional a un militar.
3. El Congreso Nacional como amenaza a la estabilidad política
El Congreso Nacional se ha caracterizado por su escasa transparencia en el uso de los recursos públicos, por un reglamento interno que concentra un poder autoritario en su presidente, una ausencia de rendición de cuentas sobre su desempeño y por ser un poder paralelo que se origina en el lanzamiento de sus presidentes a la competencia electoral por la presidencia de la república, a pesar de una reforma constitucional que les prohíbe hacerlo mientras ostenten el cargo. La manipulación partidaria del sistema de justicia ha hecho que dos protagonistas de la actual coyuntura golpista hayan lanzado sus candidaturas presidenciales en ese contexto: a) el Sr. Porfirio “Pepe” Lobo Sosa, actual candidato presidencial por el partido Nacional, quien logró ganar las elecciones primarias de su partido en el 2004 y perdió las generales ante el candidato liberal José Manuel Zelaya Rosales en el 2005, y b) el Sr. Roberto Micheletti Bain, quien no pudo ganar las elecciones primarias de su partido en el 2008. El año más crítico de la confrontación de los poderes Legislativo y Ejecutivo es siempre el último de cada gobierno, debido a que en él se definen las adhesiones de los diputados a los candidatos de sus partidos y a la utilización electoral de los recursos que maneja ese poder del Estado, sujeto a la discrecionalidad de su presidente. A partir de ahora, presidente de la república que se atreva a pelear el presupuesto del poder Ejecutivo en su último año y evitar la adjudicación de presupuesto nacional para el financiamiento de campañas electorales desde el poder legislativo, puede irse preparando para enfrentar otro golpe de Estado similar al que se produjo el 28 de junio: El Congreso Nacional se ha convertido desde esa fecha en una verdadera amenaza a la estabilidad política del país.
4. Institucionalidad débil y con escasa credibilidad
Una característica central de las instituciones estatales hondureñas, incluidas las del sistema de justicia, es el fuerte control que ejercen las cúpulas partidarias sobre su desempeño. Lo que en otros países más desarrollados se asume con una gran naturalidad (la independencia institucional para tomar decisiones con estricto apego a la ley), en nuestro país constituye la excepción y se pierde la majestuosidad de la ley en los oscuros laberintos de la componenda política. De ahí la importancia partidaria que se da en el Congreso Nacional al nombramiento de las personas que dirigirán estas instancias clave, distribuyéndose las cuotas correspondientes, como en el caso de la Corte Suprema de Justicia cuyos magistrados se reparten 8 a 7 los dos partidos tradicionales y cuyo presidente corresponde al partido de gobierno, todo ello como producto de los acuerdos políticos que conduce el presidente del poder legislativo. Una situación similar se produce con el Tribunal Supremo Electoral, la Procuraduría General de la República, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y el Tribunal Superior de Cuentas: todos ellos son nombrados por acuerdos políticos negociados directamente por el presidente de ese poder del Estado y los nombrados guardan una subordinación extrema a la cúpula de su partido, a su bancada en el Congreso y al presidente del mismo, a quien guardan lealtad hasta que llega su reemplazo. De ahí la indefensión ciudadana (y en este caso del presidente constitucional) ante una justicia que es manipulada por los dirigentes políticos y ante instituciones como esas, cuyos máximos representantes atienden velozmente los requerimientos políticos de quienes los favorecieron con tales cargos, aunque estos contraríen los más elementales preceptos de un Estado de Derecho.
5. Sistema político desacreditado
Honduras presenta un cuadro de deslegitimación creciente de los partidos políticos, instancias electorales e instituciones del Estado. A la clásica incapacidad de éste para responder a las más elementales demandas sociales, se suman los vicios de la corrupción y la manipulación partidaria de las instituciones estatales, característica general de los partidos Liberal y Nacional, y de los partidos minoritarios que aprendieron rápidamente de los vicios y deformaciones de aquellos. Los partidos políticos del país se han ido desdibujando ideológicamente y hoy se presentan sin mayores diferencias entre sí, al grado que, en momento de crisis como la golpista, tienden a identificarse y aparecer ante la ciudadanía como un solo partido conservador. El más afectado con este proceso ha sido el partido Liberal, otrora líder de reformas sustanciales y protagonista de los mejores avances en la subordinación de los militares al poder civil. Sus más connotados representantes dieron rienda suelta a sus intereses personales y grupales, se asociaron al partido Nacional para derrocar a un presidente constitucional, de un solo golpe hicieron retroceder al país a la oscura década de los ochenta y tiraron por la borda importantes avances realizados en estos veintisiete años de transición y construcción democrática. Actualmente existe en sectores crecientes de la ciudadanía un fuerte desencanto político que todavía no llega a convertirse en desencanto democrático, pero hay que reconocer que los partidos políticos, particularmente los tradicionales, realizan su mejor esfuerzo para lograrlo.
6. La empresa privada con poder de veto sobre el Poder Ejecutivo
Por todos es conocido el cuestionamiento creciente de los empresarios a los políticos de oficio, a quienes acusan de incapaces de enfrentar los retos que plantea el desarrollo económico, particularmente el apoyo que el Estado debe proporcionar a los grupos empresariales que siempre han vivido bajo su tutela y protección. Su visión instrumental de los gobiernos les ha llevado a financiar campañas electorales de candidatos presidenciales, diputados y alcaldes liberales y nacionalistas, con el propósito de contar con ellos para obtener contratos del Estado, introducir leyes, reformarlas o suprimirlas, de acuerdo a sus intereses particulares. La situación ha ido evolucionando hasta negociar la colocación de sus hombres de confianza en puestos clave del Estado e inclusive, a lanzar sus propias candidaturas y las de sus familiares, para superar la barrera de las intermediaciones y llegar a controlar directamente el rumbo del Estado. Los empresarios hondureños se disputan los favores oficiales para obtener beneficios directos e indirectos, negocian apoyos electorales a cambio de una mayor cuota de poder para intervenir en las grandes decisiones públicas y cuando sienten que no logran controlar todo lo que han controlado en los anteriores gobiernos, arman complots, propician alianzas intersectoriales, financian manifestaciones y acuden a los viejos fantasmas y sus viejos instrumentos (las Fuerzas Armadas) para romper un orden constitucional que sólo es bueno cuando beneficia sus intereses corporativos. En relación a la crisis que degeneró en golpe de Estado, sectores incómodos con el gobierno, como los vinculados a los combustibles, corte y comercialización de madera, y productores de harina y pan, sumaron su descontento por los controles crecientes que limitaban sus ingresos y obstaculizaban su impunidad para afectar los intereses nacionales, y se unieron a los señores de la industria que, con excepción de las maquilas, se vieron afectados por el incremento al salario mínimo, decretado por el gobierno ante la incapacidad empresarial de negociarlo con los sindicalistas y la Secretaría del Trabajo. Los empresarios hondureños aparecen en el escenario político como golpistas y se evidencian ante la sociedad con un poder de veto sobre los presidentes que se atrevan a señalarlos, limitarlos y contrariarlos. Para conseguir sus propósitos acudirán a todos los fantasmas que puedan capitalizar apoyos, movilizar creyentes y destituir presidentes, aún sabiendo que son sólo eso: fantasmas cuya sombra asusta, aglutina y radicaliza a una ciudadanía desinformada, sin cultura política democrática y sumamente vulnerable ante quienes controlan y manipulan organizaciones socializadoras clave como las iglesias y los medios de comunicación.
7. Comisionado de los Derechos Humanos golpista
Uno de los avances más notables de este período de construcción democrática fue la creación de la figura del Ombudsman hondureño, conocida con el nombre de Comisionado Nacional de los Derechos Humanos. Durante muchos años llenó el vacío institucional de una instancia estatal que se encargara de velar por la protección de los derechos humanos y complementara los esfuerzos que desde la sociedad civil realizaban organismos defensores de los derechos humanos como CODEH, COFADEH, CPTRT y CIPRODEH. El primer período del actual Comisionado estuvo lleno de autoritarismo, confrontación y deformación del papel del Ombudsman en relación al tratamiento de las violaciones a los derechos humanos, situación que empeoró con su reelección legislativa, producto de cabildeos y negociaciones con los diversos partidos políticos, en particular con el entonces presidente del Congreso Nacional Roberto Micheletti Bain, a quien el Comisionado le debe su reelección. Su confrontación con el poder Ejecutivo fue evidente desde el inicio, al grado que no extrañó a nadie su posicionamiento al lado de la alianza golpista. Esta situación, inusual en la vida política del país, y de cualquier otro, deja a la ciudadanía hondureña en una total indefensión por la anulación de esta instancia estatal llamada a ser la garante de la defensa de los derechos humanos de cualquier persona en nuestro país. De nuevo la politización partidaria de las instancias estatales las utiliza, manipula y neutraliza, en perjuicio de la ciudadanía.
8. Cúpula religiosa abiertamente politizada
Desde hace varios años se observa un involucramiento creciente de las iglesias en la vida pública del país, que va desde el aparecimiento de pastores evangélicos como candidatos a diputados, hasta insólitas pretensiones legislativas de dedicar unos minutos de la jornada escolar pública a la lectura y discusión de la biblia, pasando por las conocidas invocaciones a Dios en los actos oficiales, prácticas religiosas en instituciones del Estado y construcción de capillas e iglesias en las Secretarías de Defensa y de Seguridad. La presencia de los jerarcas de la iglesia católica ha sido menos evidente pero más persistente, evidenciando una articulación estrecha entre el poder político y la cúpula religiosa. A su principal iglesia acuden los recién nombrados presidentes constitucionales de la república, a rendir honores a la virgen de Suyapa, oficialmente nombrada capitana de Honduras, como un rezago de la histórica vinculación entre los militares y la iglesia. Los pastores evangélicos han intentado manipular a sus feligreses en las preferencias electorales, convirtiendo sus centros de reunión, canales y radios, en lugares de presentaciones de programas de gobierno, con las respectivas invocaciones a Dios y la consecuente clericalización del discurso político. En la coyuntura golpista, el papel de las iglesias católica y evangélica ha estado claramente definido en contra del presidente constitucional, para lo cual se han valido de la utilización maniquea del bien y el mal, Dios y el diablo, comunismo y democracia. La influencia de los pastores y de la jerarquía católica en sus feligreses ha alimentado la polarización social, la confrontación entre ricos y pobres, y ha llevado al límite la idea de paz, democracia, orden y seguridad, atribuyéndose el monopolio de la verdad y la capacidad para juzgar como enemigos a los que piensan diferente. La intromisión de las iglesias en el ámbito público representa una amenaza directa a la democracia y una peligrosa manipulación de la fe religiosa para apoyar a los candidatos de su preferencia, cuestionar a los otros e ir construyendo una base de legitimidad para lanzar sus propias candidaturas políticas, en el caso de los evangélicos, y, en el caso de la jerarquía católica, para ganar privilegios, beneficios económicos y fortalecer su poder arbitral ante los partidos políticos. Estos, a su vez, desconocen las raíces históricas que separaron a la iglesia del Estado a fines del siglo XIX, ignoran los límites que les impone un Estado laico y tratan de capitalizar las preferencias políticas de pastores y sacerdotes para obtener la legitimidad que tanto necesitan. La polarización social estimulada desde las iglesias ha impregnado de intolerancia la vida cotidiana y saturado los espacios religiosos de mensajes políticos que acercan peligrosamente las iglesias a un mundo de conflictos, confrontación y luchas que pertenecen al ámbito público y no al ámbito privado de la religión.
9. Polarización y manipulación de los medios de comunicación
El periodismo hondureño ha dejado de lado el profesionalismo que clama la objetividad de la noticia y la consecuente separación de intereses entre el que informa y el que es sujeto de información, entre el periodista y el Estado, y, al igual que las iglesias, se van acercando tanto que se convierten en voceros de quien les paga y detractores de los opositores del que les paga. La situación se vuelve compleja desde el momento en que reciben un beneficio económico para que defiendan al gobierno o una orden de los dueños de medios para que lo ataquen. No se trata de evadir el tema diciendo que los medios no regalan la publicidad, el punto crítico es que se deja de pagar la información y se paga al periodista para que hable a favor o en contra del pagador. La polarización de los medios de comunicación entre los que defendían y defienden al gobierno del presidente constitucional y aquellos que apoyaron y apoyan el golpe de Estado, puso en evidencia la crisis en que se encuentran los medios de comunicación para informar objetivamente sobre lo que ocurre en el país y atender el derecho ciudadano a ser informado con responsabilidad, objetividad y respeto. De lo anterior se salvan unos pocos periodistas que se mantienen fieles a la verdad, la objetividad y el profesionalismo, pero hasta ellos sucumben a la polarización del país y les cuesta diferenciar entre lo que es defender a una persona y defender la institucionalidad. El derecho de los periodistas a informar, oscurecido por su derecho particular a opinar, debe complementarse con el derecho de la ciudadanía a ser informada con la verdad, aunque ésta incomode a los que se encuentran en el poder.
10. Una sociedad fuertemente dividida
Uno de los saldos más negativos del golpe de Estado del 28 de junio es la polarización extrema de la sociedad entre los que están a favor y los que están en contra del mismo. La polarización partidaria, mediática y religiosa ha impregnado la vida cotidiana y obligado a los más cautelosos a guardar silencio y posicionarse en uno u otro extremo, cuando no les queda otra alternativa. La polarización se expresa también en los sectores que apoyan el golpe (los perfumados, según el criterio popular) y los que lo cuestionan (la chusma, según los otros) y va dando lugar a una nueva polarización (ricos y pobres) que desplaza a las polarizaciones más conocidas y mejor manejadas por la sociedad (liberales y nacionalistas, católicos y evangélicos, nacionales y extranjeros, jóvenes y mayores, motaguas y olimpistas). La polarización social, fuertemente estimulada desde los medios de comunicación y las iglesias, constituye una profunda grieta en la vida democrática porque ha socavado valores esenciales de la democracia como el pluralismo, la tolerancia, la solidaridad y el respeto a la diversidad. Reconstruir la cohesión social es una tarea urgente para el país que pasa por la exigencia de cuentas a los que propiciaron esta situación, el rechazo al autoritarismo manifiesto en los golpistas y la reflexión sobre el papel negativo que han jugado en este proceso todos los que provocaron, propiciaron y estimularon la confrontación, para construir colectivamente la memoria histórica y sacar las lecciones que nos ha dejado a todos esta experiencia golpista.
Reflexión final
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[2] Socióloga y economista hondureña, investigadora asociada del Centro de Documentación de Honduras (CEDOH), profesora y Directora de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), especialista en temas de gobernabilidad, defensa y seguridad.
Hemos estado en pie de combate y hemos visto al pueblo hondureño firme, como nunca, luchando como un CELOSO JAGUAR DE LA PATRIA
jueves, 9 de julio de 2009
Poetas contra el golpe en Honduras
Festival Mundial de Poesía Venezuela /Poetas unidos por Honduras del 29/6 al 4/7
Poetas del mundo unen sus voces en respaldo al pueblo hondureño Caracas, 28 Jun. ABN.- Los poetas de Venezuela y el mundo, reunidos en la fiesta de la solidaridad de los pueblos que luchan por su soberanía integral, unen sus voces y su combate libertario en respaldo del pueblo hondureño por el golpe de Estado que fue perpetrado por parte de la derecha reaccionaria de esa nación. Fuente www.abn.info.ve
lunes, 6 de julio de 2009
Llegó el día en que los mitos tendrán que derribarse
Sin patria, pero sin amo,
Tener en mi losa un ramo
De flores,– ¡y una bandera!
José Martí.
Super Cero