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martes, 28 de octubre de 2008

Jazz de la lluvia




La ciudad está destrozada.
Hay aviones que oscurecen
la jornada,
el tiempo,
los techados.
El agua nos llega hasta el cuello,
y casi nadie sabe nadar.

La lluvia rompe los cielos
y cae triste,
profunda,
estrepitosa.

La ciudad está destrozada,
invadida de vientos y agua.
Han muerto personas a causa del huracán.
Casas derrumbadas,
deslizamientos de tierra,
gente extraviada,
enferma, ahogada.

Y yo aquí,
escuchando el jazz de la lluvia, tomando café,
leyendo a Octavio Paz y a René Char.
Escribiendo algo similar a la poesía,
como si nada.

Karen Valladares