jueves, 19 de julio de 2012

Los retos de la nueva Editorial Universitaria




En mayo de 2012 las autoridades de la UNAH le confirieron a la Editorial Universitaria el carácter de “unidad de apoyo al trabajo acadé­mico, dependiente de la Vicerrectoría Académica, responsable de difundir el conocimiento y la cultura median­te la publicación de textos en distintos formatos, para ponerlos al alcance de la comunidad universitaria, la sociedad hondureña y la colectividad centroame­ricana e internacional en condiciones óp­timas de cantidad, calidad, pertinencia y precio” (Acuerdo N° 09-2012 de la Junta de Dirección Universitaria (JDU) del 7 de mayo de 2012).

Se oficializó así el proceso de reestruc­turación de la Editorial Universitaria, iniciado en septiembre de 2011 con el nombramiento de Rubén Darío Paz como nuevo director, más el traslado del personal que laboraba anterior­mente a otras unidades de la universidad y la contratación de nuevo personal para funciones distintas, en el marco de una visión que respon­de a las necesidades planteadas por la reforma universitaria.

El nuevo equipo de trabajo encontró una bodega llena de gran cantidad de publicaciones producidas bajo el sello de la Editorial Universi­taria, muchas de ellas valiosas por su contenido, pero carentes de un trabajo de edición profesio­nal, lo que se refleja en la ausencia de criterios estéticos y falta de depuración de los textos. Por otro lado, hay otras publicaciones que no justifican la erogación de recursos que se utili­zaron para producirlas. Pareciera que en algún momento se perdieron de vista los objetivos de la dependencia y se desaprovechó la oportu­nidad de hacer cosas mejores para la comuni­dad universitaria y para el país.

La nueva visión que orienta la la­bor de la Editorial Universitaria es clara. Nos proponemos apoyar de manera permanente la investigación, producción y divulgación del pensa­miento, la investigación y la creación, con prioridad en el quehacer interno de la UNAH, pero también incorporan­do a intelectuales del país a escala nacional, independientemente de que tengan o no vinculación con la institución.

En nuestro plan de trabajo contemplamos editar libros de texto para las asignaturas generales, previo procesos de con­cursos abiertos y reglamentados; reeditar la obra de los princi­pales autores y autoras del país, tomando en consideración las demandas del mercado o aniversarios y efemérides específicas. Para antes de finalizar el presente Año Académico Clementina Suárez tenemos previsto publicar una edición especial de las obras completas de nuestra poeta nacional.

También, entre otras actividades, contemplamos la pu­blicación de obras de trascendencia, de preferencia centro­americanas, pero también de contenidos universales; editar revistas especializadas según las exigencias de las distintas carreras de la UNAH; publicar o reeditar documentos trascen­dentes para el quehacer universitario y el conocimiento de la realidad nacional; impulsar concursos de literatura en las ra­mas de ensayo, cuento, novela y poesía, con jurados naciona­les e internacionales; y desarrollar campañas sistemáticas de lectura en coordinación con organismos afines dentro y fuera de la UNAH.

Para ello, hemos previsto fortalecer y establecer una serie de convenios existentes en materia de colaboración con insti­tuciones similares u órganos vinculados al fomento y difusión de la cultura, como también hacer visitas a todos los centros regionales universitarios para conocer sus logros y necesidades en el campo de la investigación y las publicaciones.

Como corresponde a una verdadera Editorial Universitaria, nuestro trabajo se guiará por estrictos criterios de calidad, de acuerdo a los estándares internacionales existentes en la mate­ria. Las decisiones editoriales no se tomarán de forma personal, sino en el Consejo Editorial, el cual, según el Acuerdo de la JDU, está presidido por el Director y conformado por la Directora de Docencia, la Directora de Investigación Científica, el Director de Vinculación Universidad-Sociedad, la Coordinadora del Sis­tema Universitario de Educación a Distancia y un o una docente emérito-a.

Para implementar estos planes requerimos de la voluntad y el apoyo operativo de otras instancias universitarias. Confia­mos en que muy pronto se solventarán algunos inconvenientes, lo cual nos permitirá completar el personal y adquirir el equipo necesario para comenzar a hacer realidad nuestro lema: Publi­caciones de calidad para la Universidad del Siglo XXI.

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