sábado, 18 de julio de 2009

Golpistas intentan retrasar ''al máximo'' el retorno de la constitucionalidad en Honduras



El presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), Miguel D'Escotto, denunció este viernes que la administración de facto hondureña, encabezada por Roberto Micheletti, intenta "retrasar" el retorno del presidente legítimo Manuel Zelaya "al máximo".

En entrevista exclusiva a teleSUR advirtió a los golpistas que tienen que "dar cumplimiento al mandato constitucional, al período completo y que todos estos días que le están quitando al presidente Zelaya, de la posibilidad de entrar, tendrán que ser restituidos, y tendrá que ser cambiada la fecha de elección, porque si no se está permitiendo que unos individuos, por su cuenta y en violación de todas la leyes, acorten el período constitucional y eso no se puede permitir".

A continuación, la entrevista íntegra:

- En relación al tema de Honduras, ¿cómo ha visto usted la evolución en estos últimos días, sobretodo que se ha incrementado la violencia en el Gobierno de facto y además que todo parece indicar que se están retardando los tiempos para volver a la normalidad en el país?

Ese es ciertamente lo que pretende el Gobierno factoche. Ahora últimamente se acaba de atrever de dirigirse a las Naciones Unidas denunciando supuestas violaciones al espacio aéreo por Venezuela y locuras de ese tipo. Yo acabo de orientar que se le responda que él no es nadie para dirigirse a la Asamblea General. Absolutamente nadie. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha sido muy clara, muy categórica, en una resolución histórica donde se dice que el único presidente de Honduras que Naciones Unidas reconoce es el presidente José Manuel Zelaya. Si, ellos no están queriendo como reconocer la realidad, ante el repudio universal de todo el mundo. Ellos están siendo posiblemente envalentonados por las derechas de otros países de América Latina, que ven esta acción de la derecha hondureña como el camino a seguir en otros países latinoamericanos pero yo tengo la firme confianza en que ya estas son patadas de ahogados y que todavía la voluntad de los pueblos del mundo y concretamente, la voluntad del pueblo hondureño se hará valer.

- Y lo que está pasando dentro del país, ¿cómo lograr evitar que continúen las violaciones a los derechos de la gente en Honduras. Las Naciones Unidas cómo puede ayudar a que eso empiece a revertir?

La única manera de lograr que eso empiece a revertirse es que éste Gobierno espurio se retire, entonces las presiones tiene que ser mayores, en la dirección de obligarlos a reconocer la realidad. Le tienen que apretar todavía las tuercas que no se han apretado. Por ejemplo, para muchos países, la declaración de golpe de Estado a un país, implica medidas que necesariamente tienen que tomarse. Hay que ver que realmente se tomen todas esas medidas y hay otra serie de medidas que el presidente Zelaya y su equipo están, estoy seguro considerando, para ir implementando en el corto plazo.

- Sobre la mediación que están aplicando en Costa Rica, encabezada por el presidente Óscar Arias, en la que se busca hallar una solución a la crisis hondureña, alternativa que fue sugerida por Estados Unidos, ¿Cómo ve usted esa situación?

Eso fue concebido como una mediación en un diálogo entre el presidente constitucional de Honduras y el títere impuesto por el Golpe. El presidente Zelaya aceptó con muchísima generosidad, porque no hay que rehusar al dialogo. No era una negociación, era un diálogo, pero Micheletti (presidente de facto de Honduras), el rehusó a participar, así que eso no nació, no se dio, y por qué no se dio, porque los golpistas tuvieron miedo a enfrentarse y hablar.

- ¿Cuál debería ser la solución?, ¿Cuál debería ser la acción de los países que conforman en este caso al Asamblea General de las Naciones Unidas para apoyar la restitución del hilo constitucional de Honduras?

Como presidente de la Asamblea General no quiero yo estar hablando como que si fuera representante de Nicaragua o de un país, pero hay medidas que quedan y si puedo participar en diálogos en el tema, pero hay medidas que están siendo consideradas, yo te aseguro en este momento y que se van a ir tomando.

- Existe alguna solicitud en especial que se haya hecho hasta este momento, para activar esas medidas que quedan para intervenir.

Lo que hay es una resolución que dice que todos los países deben de tomar todas las medidas que sean necesarias para lograr la restitución inmediata e incondicional del presidente José Manuel Zelaya a su cargo. Además, ellos tienen la idea, los golpistas, de que va a retrasar esto al máximo para después, cuando ya quede poquito para las elecciones, restituirlo, para que el convoque a elecciones. Ellos están sabidos de que cualquier convocación a elecciones hecha por ellos no tiene ninguna validez, pero lo que tienen que saber, es que se tiene que dar cumplimiento al mandato constitucional, al período completo y que todos estos días que le están quitando al presidente Zelaya, de la posibilidad de entrar, tendrán que ser restituidos, y tendrá que ser cambiada la fecha de elección, porque si no se está permitiendo que unos individuos por su cuenta y en violación de todas la leyes, acorten el periodo constitucional y eso no se puede permitir.

- Precisamente ha sido la gente en la calle la que está exigiendo el retorno de su presidente, a quienes ellos eligieron como líder original. Nicaragua dio un ejemplo hace ya treinta años, sobre como la gente logró restituir su democracia; usted participó en torno a ese evento, cómo se siente usted hoy día a treinta años de la celebración de la revolución aquí en Nicaragua.

Es cierto lo que dices, y de eso precisamente es que se trata la democracia. El pueblo empoderado y este empoderamiento va cada vez más profundo a pesar de los contra golpes de las derechas que se organizan para poner al pueblo de lado. No obstante, la revolución es lo esencial, toda revolución trata de un cambio cultural, un cambio de valores que el pueblo se de cuenta y esté claramente consiente de que ellos no son fichas en el tablero para que jueguen ahí los poderosos, sino que son ellos los agentes, los responsables del futuro de su patria, que tienen que asumir las riendas, y eso es lo que tenemos nuevamente en Nicaragua y eso es lo tiene también nuevamente a la derecha realmente super asustada. Ellos tienen miedo a que no sólo en Nicaragua y que en países Latinoamericanos se instituyan verdaderas democracias que se están creando rápidamente y ya en varios países sino que tienen miedo al sueño Morasánico, al sueño de Bolívar y al sueño de Sandino, de una América Latina y el Caribe unidos, porque sólo así seremos capaces de hacernos respetar ante los poderosos. La unión hace la fuerza, no queremos fuerza para agredir a nadie, pero sí para que se nos respete.

- ¿Cómo siente hoy día esos treinta años transcurridos?
En estas revoluciones hay mucho romanticismo. La revolución es algo duro y no se crea por mandato, es todo un proceso. Yo en lo personal, por un lado me siento orgulloso del Comandante Daniel Ortega, me permitió el tremendo privilegio de trabajar tan cerca de él, en defensa de los derechos de mi pueblo, y del derecho a la paz de todos los pueblos del mundo y también me siento feliz de estar todavía aquí vivo, la celebración del treinta aniversario de nuestra revolución. En cuanto se dio la revolución popular sandinista, fue una cosa que llenó de esperanza a todo el mundo. A mí me toco andar en muchas partes de África, de Asia, de América Latina y en todos los rincones de la tierra, esta epopeya gloriosa, heroica de nuestro pueblo se hizo oír.