domingo, 10 de mayo de 2009

Un poema perdido de Gustavo Campos

Ilustraci ón de Peter Funch


La forma de mi culpa

Ya no quiero recordar mis exorcismos,
ni el vaho de Bukowski
tantas veces citado en nuestra mesa,
ni mis borracheras,
ni mis vómitos en mitad de la Primera Avenida
ni mi absurda pasión por las mujeres perdidas,
ni mi sombra dibujada por un maldito caricaturista,
ni el testimonio de aquellas noches en que exprimí los sesos de Pesoa,
ni el revólver,
ni mi ansia de lanzarme al vacío,
ni mi grito partido en mil silencios,
ni la maldita fanfarrona comedora de poetas,
ni mi pluma ensartada en el ojo infame de mi muerte.
Quiero callar el chillido de Allen Ginsberg,
el ruido que hace en mi cabeza Baudelaire
y la orden nefasta del Marqués.
En este oscuro hospicio habita la forma de mi culpa,
y mi miedo,
y mi coraje para renunciar a todo.



JMM