martes, 5 de agosto de 2008

Nada resucita a los Demiurgos y sus joyas putativas

Michel Foucault
Año de los clones literarios, blogs, fantasmas cibernéticos y anonimato agresivo.
¡Por una puta poética todos estamos muertos!


En una buhardilla, o más bien una casa retirada de la ciudad, un maldito poeta que ya no es anónimo supone darle respiración boca a boca a la puta muerta, convertida por arte de un conjuro de los Poetas del Grado Cero, en una vieja senil, cadavérica y apestosa. El maldito ha empezado a sentir cierta predilección por el sabor a tierra, a estiércol y a polvo de librería. Quiere consumar el acto de besar a la puta como si con semejante actitud, la belleza sumergida en la memoria de los que pesquisan en la sombra, será recordada. La puta está muerta y hace mucho tiempo fue quemada junto a su boina gris. El maldito que la besa, también está muerto, el aburrido lector que lee esto, también está muerto. Todos estamos muertos por la puta poética que ya fue sepultada. Es el tiempo de los clones literarios, de las voces camufladas entre otras voces; el tiempo de los fantasmas que ululan en el ciberespacio robando símbolos sin esencia, con una extraña intensión de destruir todo lo que huela a malas palabras. Nadie vive ni ha vivido nada nuevo en el último año. Los senderos que conducían a la conversación fueron incinerados. El pequeño montículo donde murió la boina está cubierto de púas y retamas. El aire muerto se mece en los olvidados papeles de antaño. Sólo los Poetas del Grado Cero han decidido escupirle la cara a los clones literarios, a los fantasmas cibernéticos que se mueren de envidia y viven la vida prestada de los poetas esenciales.
Nunca tuvimos ARS poética. Esa mierda fue inventada por los directores de la palabra, por los equilibrados y pulcros temples que se sientan con la pierna cruzada en las presentaciones de libros, con los lentes levemente ajustados en el macho de la nariz para dar la sensación de control de su destartalado pensamiento.
La belleza dejó de ser lo que era. Ha muerto. Lo mismo el arte. Nada nos conmueve. Es difícil que leamos algo y quedemos asombrados. Nada nos asusta. Nada de la ligosa ortografía nos quita el sueño. Y no obstante, no despreciamos la vitalidad y cada gesto franco del artista que se enfrenta a su material con la infinita intención de alcanzarse a sí mismo.

Todo lo que apesta a modernidad es asqueroso. Todo ripio retocado, todo pulimento cosmético, toda joya parecida a otra joya, todo lo que apeste a corregido. La belleza ya no existe en ningún tiempo. Ni dentro ni fuera de ninguna parte. Si existió, ya no lo hará porque para eso la enterramos y nos meamos sobre sus huesos. Le echamos chorros de meados frescos en los hoyos de los ojos de su calavera. La asustamos y su espíritu cagado se fue para otra galaxia.
No todos estamos locos y enfermos. La mayor parte de los idiotas están cuerdos y saludables. Funcionan perfectamente y cada uno cumple el rol de aparentar su cordura, de no tener problema, de ocultar su miseria. Las putas cada vez son menos y los burdeles han sido clausurados. El mundo cambió totalmente y nadie quiere aceptarlo. Los escritores y las logias de artistas son microscópicas minorías fratricidas.
El poeta Clon es un idiota con la vida literaria alquilada. Le renta el estilo y la vivencia a otro poeta esencial que sí tiene vida propia. Pero hay miles de clones y es difícil no toparse con ellos en cualquier esquina, cibercafé o librería. Se caracterizan porque recitan los versos del poeta alquilado, frecuentan los mismos cafetines y sostienen conversaciones sobre el poeta de la renta. Ninguno habla de su propia vida. Corroen a los otros poetas.
El Poeta clon converso era un poeta clon similar al poeta anterior, pero la narrativa es más rentable y se convirtió en narrador. El poeta clon narrador le renta el estilo a otro narrador en boga; repite sus párrafos de manera tan jactanciosa que no es difícil encontrar el parecido, ya que su imitación es producto de su inteligencia celular. Sueña con encontrarse con su poeta padre, tomarse una foto para realizar su proeza literaria: Su clonización ha concluido. Hay clones tardíos de Rimbaud y Lautreamont. Son idiotas muy parecidos a los Poetas del Grado Cero. Quisieran haber participado en el asesinato de la poesía. Los clones tardíos de Rimbaud y Lautreamont quieren la gloria de parecérseles en un cien por ciento de iconoclasia y malditismo. La dificultad de estos clones es que su poesía es malísima y sin sustancia.

El Poeta Fantasma Cibernético es un ratón del espacio, tiene dedos recortados por efecto del uso del “mouse”. Tiene varios e-mails, nicks, contraseñas y grupos de contacto entre los que husmea a los poetas y narradores del momento. Tiende al robo o al saqueo informático. Se levanta temprano y sin lavarse el hocico se trepa a la máquina. Abre los sitios de la farándula…ríe embaucando…busca en los blogs las novedades y maldice por qué a él no se le ocurre nada. Manda comentarios a diferentes sitios. Crea blogs pseudos-literarios que nadie nunca visita. Se disfraza de agente literario. No tiene valor de mostrar sus propios trabajos. Comenta de manera anónima el de otros las más de las veces con sorna jactanciosa.
El Clon Anónimo Agresivo es un temeroso poeta clon que no ha salido de su cápsula reactiva. Es hermano menor del Fantasma Cibernético del que depende emocionalmente para participar en las actividades del ciberespacio. Poco manejo de informática. Usa de manera torpe la Internet, y se enfurece cuando otros le toman la delantera y crean “productos novedosos”. Entonces saca sus uñas y se alía con el Fantasma Cibernético. Juntos crean Blogs Clones para ocultarse, escriben diatribas, parodias y descarados insultos con el estilo clonado de los agraviados. Les fascina la jerga informática, pero son mecánicos. Su visión es pobre, similar a la de los moribundos o los recién nacidos.


El Poeta Clon en Desuso. Este es el momento imposible para este poeta clon antiguo. Sus creaciones pasaron de moda tan rápidamente y ya nadie las encuentra en ninguna parte. Ocasionalmente usa al Fantasma Cibernético para informarse un poco de cómo andan las cosas en “La Internet” –poniendo énfasis en la frase para mostrar su marginalidad. Es un poeta que se siente más cómodo durmiendo y soñando despierto. Rebusca en viejos libros de poesía, algo para “reciclar” de sus propios gustos y escribe anquilosados versos idiotas que a nadie le interesa leer. Evita la lluvia, los días demasiado soleados, las actividades públicas y las conversaciones demasiado juveniles. Todavía es un Poeta Clon Revolucionario que añora a Otto René Castillo y a Roque Dalton. Relee con nostalgia sus fracasos inéditos y se duerme temprano. Ronca como un motor de 8 cilindros averiado.

El Clon Total no es poeta. Es un inútil con ínfulas intelectuales. Memorizador o garrotero por excelencia. Carece de vena creativa. Sus máximas vivencias se encuentran en un pasado tan remoto como la Grecia Clásica, o en las viejas aventurillas de sus amigos de infancia. Husmea entre libros que lee con fruición para encontrar algún retazo que le sirva de consuelo a su existencia. Lanza vituperios contra todo y contra todos. Es único en el ciberespacio. Se caracteriza por mantener su pulcra página alejada del contagio del estilo de los Poetas del Grado Cero. Mezcla estilos, roe aquí y allá. Copia recetas literarias. Se pone circunspecto cuando habla de literatura. Procede con rudeza y falsa modestia. Es un hábil plagiador de literatura. Parece genuino pero es clon. Un Clon de alta fidelidad.

Los Poetas Emos son clones naturales de los Poetas del Grado Cero, pero con una grave falla de clonización. Famélicos y retraídos, aspiran a la muerte total de los signos. Sólo la sangre propia les quita la sed. Se disparan en los pies por falta de puntería creativa. Son narcisistas empedernidos con cierta dosis paíspoesible tendiente a la inanición. Su poesía aún está en proceso de creación, es inédita, rítmica y rayana en lo minimalista:

“Muer-
Muer-
Muert
Mu- Muer-
Muert Muuert---
Muerte… A Aaa---
la Po
Po
Po
Po
Poe…
Poes
poesía
mía”
El Poeta Punk es un fracaso en Honduras en donde surgieron dos o tres modelos de manera espontánea. El poeta Punk mezcla en sus poemas canciones rockeras de los ochentas. Su aspiración es la vagancia literaria y su compromiso político nulo. Son tan débiles que no tienen ánimo ni de escribir…se levantan en la mañana solo a comer y se vuelven a echar. Como no hay muchos punk, se reúnen ocasionalmente y permanecen hasta tres días haciendo el pase de vagabundos y mendigos en las proximidades de los mercados. Tienen sucias libretas en donde apuntan sus extraordinarios dislates con las más inverosímiles estructuras poéticas…Pocas muestras tenemos:

“Mi resaca
Mi resaca
no me
mata
Mi resaca
no me mata
aunque Mate a
mi mamá
si despierto
hecho un
estrago
yo me siento aún dormido
Yo m e siento aún
do r m i do aunque
mate a mi mamá Mi resa ca no me mata…”

¿De dónde salieron los Poetas del Grado Cero?

Pasábamos embebidos leyendo poesía, sumergidos en la cotidianidad, sin observar la metamorfosis cotidiana de la vida. Mirábamos todo sin ver nada. Habíamos recibido desde afuera todos los códigos de la poesía y lo asimilábamos naturalmente como sucede con todo lo cotidiano. Hasta que una tarde le echamos Vick a un puro de marihuana y lo interrelacionamos todo. El código general de la literatura comenzó a dibujarse en el hilo de humo azul. Fue como si el mismo Humberto Eco y Roland Barthes estuvieran poniéndole con nosotros. -¡Jodás, hijueputa! Dijo un enfurecido infrarrealista que estaba aplastado debajo del trasero de Nelson…era Papasquiaro. Nelson creía que Papasquiaro era una piedra. -¡Mierda…grrrr…puta, no jodás qué frío hace! dijo Mario Santiago. Lo había resucitado el tufo a mota.
En conferencia estábamos los nueve: Nelson Ordóñez, Darío Cálix, Karen Valladares, Jorge Martínez, Roland Barthes, Humberto Eco, Mario Santiago Papasquiaro, Roberto Bolaño, y Charles Bukowski, cuando escuchamos un estornudo o un ruido similar a un gas…-Déjenlo que hable- dijo Bukowski, en un pésimo español…Esa noche el culo de Darío recitó un poema, un insulto que le fascinó al mismo Bukowski. A partir de ese momento decidimos darle muerte a la poesía porque mucho culo hablaba, y organizamos la Logia de los Poetas del Grado Cero.

¿Cómo recuerda Darío ese mismo momento?


Charles Bukowski está justo frente a mí. Su cara es un asco: infestada de cicatrices y ampollas a punto de reventar de tanta pus. Es su cara de Ham on rye, la cara de su juventud. Nuestras frentes prácticamente se rozan.

-Me das asco, nene, me das asco.
Su aliento apesta a alcohol, naturalmente.
-Bukowski…
-Bukowski mis bolas. Yo soy Henry Chinaski. Yo soy Arturo Bandini, hijo de puta. Yo soy poeta; yo soy la poesía en pelotas, la única poesía, nene, la única. ¿Te ha quedado claro, pedacito de mierda?
- Sí…
- He estado leyendo tus mierdas. En tu puta vida me volvás a citar en tus mierdas, ¿oíste? En tu puta vida, pendejo. Yo nunca cité a nadie para que nadie me citara a mí. ¿Te ha quedado claro, pendejo?
-Sí, Bukowski…
- ¿Y qué es esa culerada de andarme imitando? Ya estoy harto de culeros como vos que se la pasan escribiendo nada más que culeradas.
-Pero si yo nunca…
-¡Mis bolas! ¡Vete a la vida, nene! Si querés escribir de verdad antes tendrás que salir a vivir. ¡Salí a buscar un poco de vida, carajo! ¿O pensás acaso seguir escribiendo esas culeradas que siempre escribís? Porque si vas a seguir con eso, más vale que lo hagás con estilo. O que empecés a imitar a otro, a alguien que sea culero como vos. ¿Me entendiste, nene? ¿Querés ser poeta? Pues viví, carajo. ¡Viví Viví Viví Viví Viví!
-…
-Sé mendigo. Dormí en las calles. Enamórate de una puta. Aprendé a beber de una vez por todas y emborrachate a diario. Conseguite un trabajo de 20 horas y emborrachate dos y escribí en las dos que te queden.
-…
-¿Cuándo saldrás a vivir un poco, nene? ¿Cuándo empezarás a escribir de verdad, nene? ¿Querés ser un escritor, nene? ¿Querés ser poeta? ¿Cuándo dejarás de escribir culeradas y te convertirás en un poeta de verdad? ¿Cuándo, nene? ¿Cuándo?

Sentía la asfixiante necesidad de responder algo. Cualquier cosa. Abrí mi boca en un acto desesperado, pero alguien, a saber quién y desde dónde, me interrumpió y además desperté con este grito:

-¡El 32 de diciembre de mil novecientos nunca!


Darío había fumado mucha mota con Vick. No le dio la payula, pero Bolaño le dio algunos consejos para reponerse…luego la Logia continuó en sus quehaceres normales.